El gobierno de Carolina del Norte ofreció más de 100 millones de dólares a Toyota para que el fabricante de automóviles más grande del mundo trasladara su sede norteamericana a Charlotte y no a un suburbio de Dallas, pero su oferta perdió frente a una que hizo Texas: por la mitad de ese monto.
Las autoridades de Texas y las de la ciudad de Plano, un suburbio de Dallas, ofrecieron a Toyota menos de 50 millones de dólares.
Tanto Toyota como la secretaria de Comercio de Carolina del Norte, Sharon Decker, coinciden en que la decisión de la compañía muestra que los fondos de incentivo fueron apenas una de las muchas consideraciones que sopesó la empresa antes de decidir su retirada del área de Los Ángeles.
Documentos y correos electrónicos publicados la semana pasada después de una solicitud de derecho a la información muestran que sólo una cuarta parte de las personas que se espera que ocupen unos 3000 puestos —con una paga promedio de 105,000 dólares al año— parecían dispuestos a mudarse desde el sur de California.
La ley estatal pide que se difundan los documentos de reclutamiento después de que una empresa anuncie una decisión sobre la ubicación deseada, algo que Toyota hizo hace cuatro meses. Desde que el gobernador Pat McCrory asumió el cargo el año pasado, las agencias estatales tardan meses en cumplir.
La oferta de Carolina del Norte tuvo que ser mucho mayor que la de Texas porque el estado fronterizo con México no cobra impuestos empresariales ni al ingreso, dijo la secretaria de Comercio Sharon Decker en entrevista la semana pasada. Las empresas que buscan mudarse comparan el costo total de su nueva sede y el paquete financiero que les ofrecen, dijo la funcionaria.
“Los incentivos fueron apenas una de muchas consideraciones” que tomó en cuenta Toyota y que incluyeron geografía, transportación, costo de vida y oportunidades educativas, de acuerdo con un comunicado de Mike Michels, portavoz de Toyota Motor Sales U.S.A. Inc. Las plantas de ensamble de la firma automotriz están en Texas, Kentucky, Mississippi e Indiana.
“Elegimos una ubicación que apoye mejor nuestra diversa huella geográfica, en una franja horaria que permite comunicarnos mejor con la mayoría de nuestras operaciones y que tiene vuelos directos a todas nuestras operaciones”, explicó Michels.
La disponibilidad de vuelos directos entre Estados Unidos y Japón fue un elemento clave. Los ejecutivos de Toyota viajan desde y hacia Asia cientos de veces al año, explicó Decker. En cambio, el Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas no tiene vuelos directos a Asia. Las nuevas oficinas de Toyota en Plano, Texas, estarán cerca del aeropuerto Fort Worth de Dallas donde American Airlines tiene vuelos directos a Tokio.
“Esto muestra que no sólo fue por los incentivos”, agregó Decker.
Carolina del Norte le ofreció 10 mdd a Toyota
El gobierno esperaba que el fabricante de automóviles más grande del mundo trasladara su sede norteamericana a Charlotte y no a un suburbio de Dallas.