La Secretaría de Salud ya trabaja en lo que será el cambio más relevante en la materia durante la presente administración: la creación de un Sistema de Salud Universal, informó Eduardo González Pier, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud.
El funcionario explicó que el Gobierno federal busca que a partir de las nuevas reformas se pueda garantizar que el IMSS, ISSSTE y las secretarías de Salud federal y estatales puedan atender a cualquier paciente sin importar a qué institución esté afiliado, sin que esto implique que dichas instituciones se vayan a fusionar o desaparezcan.
Dijo que la universalidad en el servicio será gradual y comenzará a funcionar para un grupo específico de enfermedades crónico degenerativas como las del corazón, diabetes, trasplantes renales, VIH-Sida y hemofilia, entre otras.
En entrevista con El Univesal, señaló que quienes presentan estos males tendrán la ventaja de que si en la institución donde están afiliados no cuentan con tratamientos, equipo, especialistas y demás recursos, pueden ser trasladados y atendidos en hospitales que no pertenezcan al esquema de seguridad social en el que cotizan.
Puntualizó que esta portabilidad de los servicios médicos ayudará a tener mexicanos más sanos y un acceso homogéneo a la salud.
Aseguró que dentro de la reforma que planteará el Ejecutivo federal, se contempla el concepto de “garantías explícitas de salud”, que son las intervenciones establecidas en el Catálogo Universal de Servicios de Salud (Causes) o en el Fondo de Protección de Gastos Catastróficos, para que se establezcan estándares de calidad y tiempos máximos de espera.

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