El caso del jugador del América, Oribe Peralta, y su amiga, Esther Shueke Daniel, quienes acusan a dos mujeres de haberle exigido al futbolista 500 mil pesos a cambio de no hacer públicas unas fotografías de índole sexual, está plagado de irregularidades y contradicciones.
Ricardo Sánchez Reyes Retana, abogado de las hermanas Natividad Arlem, alias Harlem Márquez, y de Mercedes Torres Ricarte, refiere que sus clientas estaban negociando con la revista TV Notas la posible venta de unas fotografías, que Peralta y Shueke les tendieron una trampa y le hicieron creer a los policías de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro (FAS) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) que el futbolista estaba siendo extorsionado.
La acusación
El caso se inició el martes 19 de agosto cuando, de acuerdo con la declaración de Oribe Peralta que obra en la averiguación previa FAS/T1/921/14-08, a las ocho de la mañana desde el teléfono móvil de su amiga Esther Shueke Daniel, se comunicó al de Harlem Márquez, una mujer que él asegura conoció en una reunión de amigos en enero pasado, con quien intercambió números de celular y se mantuvo en contacto dos o tres ocasiones más.
Según su dicho, la llamó porque otro amigo -cuyo nombre el jugador no quiso proporcionar- le dijo que Harlem Márquez lo estaba buscando porque tenía unas fotografías de él y que si no le llamaba las haría públicas.
El futbolista añade que, como sintió temor, le pidió ayuda a Shueke, con quien se reunió para llamar a Márquez. Según él, su amiga escuchó cómo, mediante amenazas e insultos, Harlem le exigió 500 mil pesos para entregarle a Peralta las fotos y no hacerlas públicas. De acuerdo con la declaración, Shueke y Peralta fueron a la casa de éste por el dinero -juntó 250 mil pesos- y llamaron otra vez a Márquez –a las 11:42 AM, según declaró Shueke– para decirle que sólo tenían esa cantidad.
La denuncia sostiene que la mujer aceptó la suma y le dijo a Peralta que fuera al restaurante Los Arcos, en la avenida Insurgentes Sur, para entregárselas antes de las dos de la tarde. Peralta le avisó que él no podía ir, pero que mandaría a alguien de su confianza. Shueke acordó con su amigo que ella entregaría el dinero y recogería las fotografías.
En su declaración, Shueke refiere que le dio miedo ir sola, por lo que decidió, sin avisarle a Oribe Peralta, pedir ayuda a la policía. Asegura que llamó al teléfono del Consejo Ciudadano, donde a la persona que contestó le explicó lo que ocurría y ésta le dijo que se presentara ante la Fiscalía de Secuestros para denunciar el ilícito.
Shueke dice que atendieron su llamada los agentes Israel Martínez Bermúdez e Irlanda Suhely Millán Díaz, a quienes les comentó que “un amigo” suyo estaba siendo extorsionado, que ella se trasladaría a entregar el dinero al lugar donde la citaron y que temía por su seguridad, la de su amigo y sus familias. “Entonces me recomendaron no realizar ningún pago, y ya no contestar las llamadas, pero yo les dije que la exigencia y la presión hacia mi amigo era mucha y que tendría que entregar el dinero que le estaban exigiendo”. Asegura que los policías le pidieron su descripción física “y que ellos me brindarían el apoyo que necesitara”.
La amiga del futbolista añade en su declaración que a las 12:19 horas –27 minutos después de la segunda llamada que Oribe Peralta hizo a Harlem Márquez ese día, y después de haber pedido auxilio a la policía– marcó al mismo número, pero que le contestó otra mujer y no Harlem, “pues tenía la voz diferente”, y ésta le preguntó que si ya tenía el dinero, si ya había llegado al restaurante y le dijo que se apurara porque lo quería antes de las tres de la tarde. La instruyó para que pidiera una mesa, una bebida y esperara.
“Siendo aproximadamente las 14:30 horas se acercaron a mí dos mujeres que ahora sé que responden a los nombres de Harlem Márquez, de 24 años, y Mercedes Torres Ricarte de 37, y quien dijo llamarse Mercedes Torres Ricarte me dijo ‘entrégame el dinero’, entonces yo le entregué la bolsa de color azul marino de la marca Burberry Brit, la cual contenía la cantidad de 250 mil pesos consistentes en 100 billetes de mil pesos y 300 billetes de 500 pesos y en eso me percato que se acercan diversas personas, que se identifican plenamente como los policías de investigación, y dije que yo era Esther Shueke Daniel y que acababa de entregar la cantidad de 250 mil pesos”.
Declaraciones idénticas

En la averiguación previa obran las declaraciones de los agentes Israel Martínez e Irlanda Millán. Son idénticas. No cambia ni una coma. Ambos agentes declararon que la llamada fue canalizada a su mando inmediato, Juan Felipe García, jefe de grupo de la policía de investigación.
Los policías dijeron que le pidieron su media filiación a Shueke, y que a las 13:00 horas –exactamente una hora después de la llamada– ellos dos, más los agentes Anameli Marroquín y Osvaldo González, llegaron a las inmediaciones de Los Arcos, lugar al cual ingresaron a las 13:15. Ahí vieron a una persona con la descripción de Shueke que ya estaba en una mesa. Que a las 14:30 llegaron dos mujeres y observaron que una de ellas extendió la mano derecha y que Shueke sacó de su bolsa otra bolsa de color oscuro y se la entregó. Entonces los agentes se acercaron y Esther les dijo que ésas eran las mujeres que estaban extorsionando a su amigo y que acababa de entregarles el dinero.
Además de la formal denuncia por el delito de extorsión, los agentes entregaron al Ministerio Público los objetos que, dicen, les confiscaron a las detenidas: cuatro teléfonos celulares (un iPhone, un Samsung Galaxy, un Nokia y un Sony Ericsson), una credencial de elector a nombre de Mercedes Torres Ricarte y la bolsa con los 250 mil pesos.
En un tiempo récord de dos horas y media, sin investigación de por medio, sólo con el dicho de Esther Shueke, los agentes de la FAS recibieron la denuncia, se trasladaron desde sus oficinas en Azcapotzalco hasta el restaurante y detuvieron a las hermanas Torres Ricarte.
Mientras que los policías declararon que más de una persona estaba realizando llamadas para realizar la presunta extorsión, Oribe Peralta y Esther Shueke dijeron que ellos fueron quienes llamaron al teléfono de Harlem Márquez, y sólo hasta que Shueke pidió ayuda a los agentes fue que ésta descubrió que le contestó otra mujer y no Márquez.
El jugador americanista también declaró que su amiga Esther Shueke lo llamó a las 17:50 horas para decirle que ella había decidido pedir apoyo a la policía para ir a la cita con Harlem Márquez y que se había logrado la detención de la presunta extorsionadora, así como la de su acompañante.
Peralta y Shueke declararon el mismo 19 de agosto; el primero, a las 19:25 horas y, la segunda, a las 20:20 horas, ambos en las instalaciones de la FAS, que se localizan en Azcapotzalco. Los dos pidieron que sus datos personales no se incluyeran en la averiguación previa, sino que fueran puestos en otras hojas y en sobres cerrados.
Cuando ambos rindieron su declaración dijeron que ya habían pasado a la cámara de Gesell, donde identificaron a las presuntas responsables. Peralta dijo que a Mercedes Torres Ricarte nunca la había visto ni oído hablar.
El deslinde

Las hermanas Torres Ricarte rindieron su declaración el miércoles 20 de agosto. Hasta ese momento, quien en todo momento dijo llamarse Harlem Márquez reconoció que su verdadero nombre es Natividad Arlem Torres Ricarte, de 40 años, desempleada y soltera. Indicó que no recuerda su domicilio porque se acaba de mudar.
Esta persona asienta que no conoce a Peralta, pero que sí es amiga del también futbolista Javier Aquino. Niega haber extorsionado al jugador del América e indica que tanto una mujer llamada Estela Shueke como la reportera de la revista TV Notas Gabriela de los Santos Martínez la contactaron por correo electrónico y por teléfono móvil para ofrecerle 100 mil pesos a cambio de unas fotografías de Peralta que ella niega tener.
Natividad Arlem declaró que las únicas fotografías que posee son de Javier Aquino, a quien conoce desde 2012 cuando jugaba en el Cruz Azul. Con él tiene comunicación constante por mensajes a través de la aplicación Whatsapp y ha salido a comer y pasear. Dice que ese martes 19 de agosto, después de que durante alrededor de un mes y medio recibiera frecuentes llamadas telefónicas y correos electrónicos tanto de Shueke como de De los Santos, Shueke la llamó para decirle que al menos la dejara ver las fotos de Javier Aquino para comprobar si de verdad era su amigo. Natividad Arlem aceptó acudir a Los Arcos, donde un mesero le indicó que en una mesa de la parte alta ya la esperaba Shueke.
Arlem recuerda que, entonces, la amiga de Peralta le espetó: “‘Siéntate y vamos al grano’. Y en voz alta me dice ‘estamos hablando de Oribe, ¿no?’ A lo que yo le digo que mi amigo era Javier Aquino y que lo tenía en mi Whatsapp, pero que no era mi intención vender las fotos y que sólo se las iba a enseñar por cortesía, ya que no tenía problema que viera esas fotos porque éstas no tienen nada de malo, por lo que yo agarro mi celular de la marca Samsung, dicho celular está a disposición de esta autoridad ministerial, y es cuando esta señora que se hacía llamar Estela Shueke saca su iPhone de color blanco, le toma fotografías a mi celular de la marca Samsung y una vez (hecho) esto, Shueke levanta la mano derecha y grita ‘es ella’, cuando llegan varios sujetos, sin saber quiénes eran, unos 10, y sin decir más me someten a golpes y empujones. (…)
La acusada declaró también que nunca había visto los 250 mil pesos, que al final le mostraron en fotografías; que no sabe de quién es ese dinero, y que su hermana ignora todo del caso, pues sólo le pidió que la acompañara ya que le daba “mala espina” reunirse con Shueke y De los Santos. Además, pidió al ministerio público que revise sus teléfonos móviles (Samsung y Nokia) para que verifique las llamadas y correos electrónicos.
En tanto, Mercedes Torres Ricarte, de 37 años, casada y ama de casa, declaró ante el ministerio público que estaba en su casa –en la colonia Álvaro Obregón– arreglándose para salir a comer cuando oyó que, “en repetidas ocasiones”, alguien telefoneó a su hermana ofreciendo comprarle algo, pero Arlem se negaba y decía que iba a borrar la información. Luego, Arlem le pidió a Mercedes que la acompañara a Los Arcos. Cuando iban caminando hacia el lugar, Mercedes le preguntó qué era lo que “querían comprarle”. Su hermana le dijo que unas fotos para una revista, pero que no le interesaba venderlas.
“(Arlem asentó) que les iba a decir que ya no la molestaran más y que lo quería hacer en persona, ya que esta gente no dejaba de molestarla, por lo que entramos al restaurante y ya había dos chicas sentadas. Saludan a mi hermana y una de ellas se presenta como Esther Shueke y le comentó a mi hermana: ‘te ofrezco por las fotos 250 mil pesos’, y le dice a mi hermana que se las mostrara. Esta chica, Esther, pasa toda la información a su teléfono; acto seguido, Esther saca una bolsa con dinero, la abre y le dice a mi hermana: ‘ahí está el dinero’, y al momento que abre la bolsa, se paran 10 personas y nos someten sin decirnos palabra alguna”.
El retorno expedito
El mismo 20 de agosto, el ministerio público le devolvió a Oribe Peralta los 250 mil pesos y la bolsa de color azul, “puesto que son de mi propiedad y producto de mi trabajo como futbolista en el club América”, declaró.
Presentó como testigo de capacidad económica a un hombre llamado José Ricardo Murillo Reyes, quien declaró “que los hechos no le constan por no haberlos presenciado ni haber sido parte de ellos, pero sabe y le consta que el denunciante tiene la capacidad económica de tener 250 mil pesos y más, en virtud de que él mismo juega como futbolista profesional en el club América, e inclusive un día antes acompañó al denunciante a retirar dicho dinero”.
Este testigo también pidió que sus datos personales se agregaran en un sobre cerrado. En sus declaraciones, Esther Shueke y Oribe Peralta dijeron que habían ido a la casa del futbolista por el dinero que presuntamente entregaron a quienes acusan de extorsión.
Las declaraciones de los agentes de policía, quienes aseguran que detuvieron en flagrancia a las Torres Ricarte; los señalamientos de Peralta y Shueke; los cuatros teléfonos móviles que pertenecen a las hermanas, y las fotografías de los 250 mil pesos, son las evidencias con que el ministerio público consignó la averiguación previa ante el juez 69 de lo penal, radicado en la cárcel de Santa Martha Acatitla. Ahí, el pasado 27 de agosto, a las dos acusadas se les dictó auto de formal prisión por el presunto delito de extorsión agravada.

ASÍ SUCEDIÓ SEGÚN SHUEKE

Martes 19 de agosto
08:00 Hrs., Llama Esther Shueke, amiga de Oribe, a Harlem Márquez, desde su celular. Según la declaración de Oribe, Márquez les exigió 500 mil pesos para entregarles una fotos del futbolista.
11:42 Hrs., Llaman a Márquez y le dicen que solamente tienen 250 mil pesos.
12:19 Hrs., Vuelve a marcar Shueke al número de Márquez y le contesta otra mujer, asegura, quien le preguntó si ya tenía el dinero y le da instrucciones sobre qué hacer en el restaurante.
13:00 Hrs., Llegaron los cuatro agentes al restaurante Los Arcos.
14:30 Hrs., Dos mujeres se acercaron a la mesa de Shueke y le pidieron el dinero, declaró.
17:50 Hrs., Oribe recibe una llamada de Shueke, quien le avisa que pidió apoyo a la policía para ir a la cita con Márquez.
19:25 Hrs., Declara Oribe en las instalaciones de las FAS.
20:20 Hrs., Declara Shueke en las instalaciones de las FAS.
Miércoles 20 de agosto. Declaran las hermanas Torres Ricarte.
Miércoles 27 de agosto. Dictan auto de formal prisión a las hermanas Torres Ricarte.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *