La pasión que Ernest Hemingway sentía por el mar y su ojo para el detalle tiene a un grupo de científicos con la esperanza de que una visita de sus nietos a Cuba les dé acceso a los registros pesqueros del escritor, que podrían contener un tesoro de información sobre el estado de las especies marinas de aguas profundas que fueron dramáticamente reducidas por la pesca industrial.
Patrick y John Hemingway viajaron a Cuba el lunes por cinco días en un intento por estrechar los vínculos entre Estados Unidos y la nación caribeña y lograr que los científicos estadounidenses les concedan un permiso para estudiar los diarios de pesca que el escritor llevó, y que a la fecha no han sido leídos o estudiados.
A bordo de un yate de pesca deportiva, Patrick y John Hemingway zarparon con el grupo de científicos al pueblo que inspiró la obra “El Viejo y el Mar” y que le fue merecedora de un premio Pulitzer en 1953. A su llegada los esperaban una guardia de honor compuesta por los pescadores del lugar, a bordo de sus envejecidos botes de pesca, y cientos de personas más en la playa que estaban reunidas alrededor de un busto del escritor.
“Él era un pescador”, dijo su nieto Patrick Hemingway mientras escrutaba a los hombres que fueron a darles la bienvenida. “Él consideraba a los pescadores sus hermanos”.
Al final del viaje, los científicos esperan obtener acceso a los registros del escritor y recoger datos clave sobre las especies de peces que habitan las aguas profundas del lugar y que han habitado los últimos 75 años en el Estrecho de la Florida. Conocer esta información podría mejorar los esfuerzos para proteger las especies que sostienen la economía de Cojimar.
En el pasado, los investigadores reunieron poca información sobre las especies pesqueras del lugar, que era cuando Hemingway pescaba por la zona antes de que la pesca industrial devastara, en la segunda mitad del siglo XX, las especies de atún y otras altamente codiciadas.
Eso deja a los científicos sólo con los registros de los pescadores aficionados, que generalmente contienen los detalles de la cantidad de peces capturados, la ubicación de la pesca y el peso de los peces, como casi sus única fuente de información en momentos en que andan buscando un punto de comparación para poder medir la disminución de las especies en las últimas décadas.
Como uno de los pescadores más prolíficos del Estrecho de la Florida, Hemingway vivió en Cuba desde 1939 hasta 1960 en una finca que tenía un huerto y jardines exuberantes en el poblado de San Francisco de Paula, al sureste de La Habana. A menudo, Hemingway zarpaba desde Cojimar a bordo de su yate, Pilar, en compañía de Gregorio Fuentes, segundo a bordo, y quien inspiró al viejo pescador que luchó contra un gigantesco pez espada en la novela “El Viejo y el Mar”.

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