Los lentes de contacto se han convertido en un accesorio tan cotidiano que no hace falta tener un problema de visión para usarlos.
Basta querer cambiar el color de ojos para usar unos pupilentes cosméticos y lograr un look distinto.
No está mal buscar un color diferente, incluso para cada día de la semana, el problema es que usualmente las personas se preocupan más por su estética que por su salud.
“Desafortunadamente, la gente no sabe cómo usar adecuadamente los lentes de contacto, no tienen los cuidados ni siguen las recomendaciones necesarias para prevenir problemas”, advierte el oftalmólogo Karim Mohamed Noriega.
Así sean pupilentes cosméticos, la recomendación es acudir con un oftalmólogo antes de empezar a usarlos. Más aún, cuando se trata de usar los de aumento.
“Idealmente deben ir con un especialista para que mediante una revisión óptica les indique cuáles son los más adecuados e identifique si tienen riesgo de sufrir alguna complicación por su uso”, explica Mohamed Noriega.
Factores como la forma, el tamaño y la curvatura de la superficie ocular, deben considerarse al momento de elegir lentes de contacto.
Los ojos son órganos sensibles, y aunque los pupilentes son productos seguros, siempre deben usarse de manera correcta, siguiendo ciertas medidas de higiene para evitar complicaciones a la salud visual.
En el mercado existen diferentes tipos de pupilentes que se caracterizan por sus usos y materiales.
Los lentes de contacto con fines ópticos son aquellos con aumento o graduación, diseñados para corregir defectos refractivos visuales. Éstos se dividen en blandos y en rígidos permeables a gas (RGP por sus siglas en inglés).
Los lentes blandos son los más utilizados por ser cómodos y fáciles de conseguir en las ópticas.
El oftalmólogo Karim Mohamed Noriega explica que dentro de esta categoría se encuentran los lentes desechables, que se usan una sola vez y se tiran; los lentes de uso diario, que se remueven cada noche y se reemplazan con frecuencia; y los lentes de uso prolongado, se pueden dejarse puestos durante la noche y removerse por lo menos una vez por semana, sin embargo, éstos aumentan el riesgo de producir una infección ocular o intolerancia al producto.
Por otra parte, los lentes de contacto rígidos permeables a gas (RGP) se hacen a la medida y deben ser prescritos por un oftalmólogo o un optometrista calificado. Se distinguen por mantener su forma y proteger la salud de los ojos al permitir suficiente cantidad de oxígeno entre los lentes y la córnea.
También están los lentes de contacto cosméticos, utilizados para cambiar el color de los ojos.
“Aunque su uso se ha vuelto popular deben ser usados con precaución, quien los usa debe conocer las medidas de higiene y uso adecuado y quien los vende debe explicar al usuario dichas medidas”, señala el oftalmólogo.
Uno de los problemas de este tipo de pupilentes es que se prestan a la venta de productos de mala calidad que pueden ocasionar desde lesiones e infecciones oculares, hasta pérdida de la visión, lo que representan un grave peligro para la salud visual.
“Cualquiera que sea el tipo de lente de contacto siempre se recomienda usarlos por algunas horas del día, luego removerlos, especialmente por la noche, para dejar que los ojos descansen”, sugiere Mohamed Noriega.
TOMA TUS PRECAUCIONES
Evita usar lentes de contacto al:
más tiempo se usen los lentes de contacto, mayor es la posibilidad de presentar una complicación, por eso es importante llevar una supervisión oftalmológica cuando se usan lentes de contacto”.
Seguridad ante todo
speta el tiempo máximo de reemplazo, no lo uses por más tiempo.
Retíratelos siempre antes de dormir.
Evita dejártelos puestos por tiempo prolongado, cuando mucho puedes dejar pasar un día, luego retíralos.
DALE UN VISTAZO
Utilízalos con seguridad:
al evita que los lentes de contacto se muevan más allá de la superficie frontal del ojo, así que no pueden perderse en la parte posterior de éste.
Los pupilentes desechables se han asociado a una menor probabilidad de producir complicaciones como infecciones o intolerancia al producto.