En agosto de 1977, Carlos Fuentes escribe a Jaime García Terrés, del FCE, para solicitarle en “préstamo” tres de sus libros y entregarlos temporalmente a Carmen Balcells, pues Mamma Boom, como él la llama, quiere lanzarlos en ediciones populares y masivas.
“El Fondo no vende en estaciones de ferrocarril y tabaquerías y mi ausencia en el mercado popular me ha dañado, comparativamente, por lo que hace a la difusión alcanzada por otros novelistas latinoamericanos”, lamenta en esa carta que hoy resguarda la editorial y que a partir del 30 de septiembre cualquiera podrá consultar en la aplicación Archivo abierto: 80 años del FCE.
A partir de 160 cartas, el usuario puede adentrarse en la historia detrás de la institución y conocer su funcionamiento y los detalles alrededor de colecciones, procesos de edición, distribución, traducción y todo eso que integra el mundo de los libros.
En tiempos en que no existía Internet y las conferencias telefónicas internaciones eran muy caras, la comunicación entre autores y editores se daba epistolarmente, y, con el tiempo, esas cartas quedaron como episodios que sirven para conocer la historia, la evolución y otros detalles de la editorial.
Misivas de Daniel Cosío Villegas, Arnaldo Orfila, Octavio Paz, Alfonso Reyes, Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Pedro Henríquez Ureña, Jorge Luis Borges y Oscar Lewis, entre otros, representan hoy las joyas del archivo.
“El formato digital nos pareció adecuado porque se podían reproducir los documentos en facsímil”, explica Yael Weiss, encargada de la investigación y el guión de la aplicación.
Con un escaneo, dice, se obtienen los documentos en muy buena resolución, con el color original y sin perder detalles; el usuario logra un contacto directo con los archivos, sin tener de intermediario al historiador. La idea es recorrer la historia del Fondo, como un paseo en que el lector vaya abriendo su propio camino.
La aplicación también contiene informes, fotografías, documentos, revistas, cartones y hasta una serie de programas de radio, grabada a partir de 1949 en El Mirador de América, inaugurado con una conversación entre Daniel Cosío Villegas y Alfonso Reyes.
La app, para iOS y Android, será gratuita y Manuvo fue la empresa encargada de la programación.
En el FCE, decidieron realizar una aplicación ya que el costo es el mismo de una edición de lujo en papel, pero representa mayores ventajas para el público, pues le permite admirar los materiales, pero con un valor jerárquico y diversos complementos, como fichas explicativas, documentos relacionados, mapas, imágenes o audios.
El usuario puede navegar en las pantallas, ir de carta en carta, a través de hipervínculos. Además, cuenta con un buscador para facilitar la localización de personajes o títulos.
Para Weiss, la aplicación Archivo Abierto no ofrecen una historia del Fondo de Cultura Económica, sino los elementos para armarla, para adentrarse en ella.
FCE “abre” paseo por la historia
A partir de 160 cartas, el usuario podrá adentrarse en la historia detrás de la institución y conocer su funcionamiento y sus detalles.