Bárbara, la segunda fiesta

Zayd no podía ocultar su cara de felicidad, el pequeño de cuatro años parecía no creer que la presidenta municipal Bárbara Botello Santibáñez se había sentado con él en el sillón de su casa y le había regalado un balón.
“Mira abuelito, Bárbara Botello me regaló un balón”, decía contento al tiempo que veía el esférico como para convencerse de que no fue un sueño.
El menor vive con su familia en el 2618 del recién pavimentado e inaugurado bulevar Vasco de Quiroga, domicilio en el que la Munícipe convivió por espacio de 12 minutos previo a entrar a la Plaza de la Ciudadanía a rendir el Segundo Informe de Gobierno del Ayuntamiento 2012-2015.
La Presidenta tuvo este gesto como agradecimiento con la familia Cabrera Muñoz, misma que le facilitó un terreno para la instalación de una sala para miembros del Ayuntamiento, y otro para que se estacionaran efectivos del Ejército que cuidaron el orden en el evento.
“Nos preguntó que si estábamos contentos con la pavimentación del Vasco de Quiroga, nosotros le dijimos que sí. Los sillones ya no los vamos lavar, hasta le dijimos que nos pellizcara”, bromeó María Guadalupe Cabrera Muñoz.
Así inició Bárbara el Segundo Informe de trabajo realizado al frente de la Administración Municipal en la colonia Presidentes de México, que nunca había recibido a tanta gente como ayer.
Desde antes de las 4 de la tarde comenzaron las primeras modificaciones. Primero fue el tránsito vehicular y la rigurosa vigilancia que se implementó con cadetes, policías y el Ejército. A las cinco de la tarde, una hora antes del inicio, el camino al recinto se hacía más denso.
Los regidores y síndicos esperaban el arribo de la Mandataria en un terreno con algunos alimentos frente a la sede, ahí mismo llegó el representante del Gobierno del Estado, Héctor López Santillana, 18 minutos antes de las 6 de la tarde; y el secretario del Ayuntamiento, Martín Ortiz, quien lo hizo casi a la par del funcionario estatal.
Los tránsitos que regulaban el paso de vehículos aceleraron las órdenes cuatro minutos pasadas las 6 de la tarde, llegó la Suburban blanca con la protagonista de la tarde. Botello Santibáñe arribó acompañada de la familia Cabrera Muñoz,  saludó al Cabildo y al invitado especial.
Ya iniciado el evento la gente estuvo atenta a lo que se transmitía en las pantallas, desde ciudadanos invitados hasta empresarios y funcionarios. La atención se diluyó mientras avanzaban los discursos.
Como en todo evento donde hay políticos, no faltaron los acarreados. Con la promesa de que al final del evento iba a haber una verbena, asistieron al Informe habitantes de Villas de San Nicolás, Ampliación San Francisco y Huertas de Medina, entre otras colonias.
Y al menos no les mintieron, sobre la calle Nicolás Calvo, detrás de la Plaza, se instalaron ocho puestos para repartir alimentos. Enchiladas, tacos de prensado y deshebrada, tostadas de tinga y lomo, así como aguas frescas; la encargada de la múica fue la banda Esmeralda.
“Nos trajeron, pasó por nosotros un camión a las tres de la tarde y no nos dieron nada, sólo dijeron que iba a haber una verbena, pero ya tenemos hambre, por venir no comimos”, dijo Luz Adriana Vargas López, vecina de la Ampliación San Francisco.
Como ella se desesperaron decenas de personas, que optaron por salir antes del final. Y el costado derecho de las canchas donde se montó el escenario fue un río de gente desde las 7:30.
Así acabó el penúltimo Informe de Bárbara Botello, con gente formada en los puestos de comida mientras las autoridades y los invitados manifestaban sus reacciones sobre el evento.