Los alumnos tocan con entusiasmo sus tabletas en el Centro Educativo G.W. Carver, deteniéndose para avisar a la profesora cuando se atoran.
Los estudiantes están motivados, pero muchos cruzaron la frontera y apenas saben leer o escribir en su idioma.
Las escuelas estadounidenses se enfrentan a las consecuencias del aumento de niños y adolescentes que llegan al País sin su familia. Y el Tribunal Supremo ha determinado que tienen la obligación de educar a todos al margen de su estatus legal.
Los adolescentes del G.W. Education Center practican los nombres de los alimentos con la responsable de la cafetería y recitan los nombres de las partes del cuerpo en clase de gimnasia, todo dentro de un programa de inmersión en inglés para recién llegados. Esta escuela trabajó para desarrollar el sistema después de que más de 70 alumnos inmigrantes se matricularan al final del curso pasado.
El objetivo es asimilarlos y que tras un semestre o más, si fuera necesario, vuelvan a un instituto convencional. Allí podrán obtener un diploma, aunque eso implique estar en programas para adultos y asistir hasta los 21 años.
Muchos estudiantes se han mudado a zonas metropolitanas como Washington D.C., Miami y Houston, pero también a comunidades en casi todos los estados, a menudo van a vivir con un pariente o tutor mientras su caso avanza por el sistema judicial.
Debe EU educar a niños migrantes
Los alumnos tocan con entusiasmo sus tabletas en el Centro Educativo G.W. Carver, deteniéndose para avisar a la profesora cuando se atoran.