El deporte lo ha formado como uno de los instructores importantes en nuestra ciudad, pero lo ha conseguido a base de vencer retos que se le han presentado a lo largo de su trayectoria.
Salvador González Zambrano, nos dejó entrar a su recinto de su pasión que es el gimnasio donde él es director y por espacio de más de 5 años ha dedicado sus conocimientos para sus alumnos.
Actualmente, Salvador entrena a cientos de piedadenses en las pesas, pero también recuerda que nunca esperó estar ahí, ya que su vida era el deporte ráfaga, donde jugó a nivel semi profesional y selección Michoacán.
“Sí, lo mío fue en su momento el básquetbol, aquí jugué con los mejores cuadros de ese momento (en los años 90’s), me sentía bien jugar, gracias a mi estatura y cualidades, tuve la fortuna de pertenecer a equipos estatales y luego selecciones, además de semi profesional”, recordó.
Sin embargo, ahí se le presentó uno de los primeros obstáculos en su carrera deportiva, ya que debido a ese deporte, se lastimó las rodillas y no pudo más tener las puertas abiertas. De hecho, reveló: “no me brindaron ayuda para mi rehabilitación y decidí dejar el baloncesto”.
Fue cuando, por azares del destino estuvo unos meses en Guanajuato, ahí conoció a una persona que le inculcó el amor por el entrenamiento de las pesas y poco a poco, se fue metiendo de lleno en este ambiente.
“En el gimnasio tenemos jóvenes a los que les ayudamos a que estén bien, que entrenen como debe de ser, los alejamos de los malos hábitos para que estén lo mejor posible en lo físico y mental”, dijo.
Gigante del deporte
Tras dejar el basquetbol se ha dedicado a ser instructor de pesas.