Los comerciantes de alfeñique que cada año se instalan en el Jardín Principal comentaron que las ventas aumentaron en comparación con el año pasado.
Una de las tradiciones más importantes en la ciudad es sin duda la elaboración de estos dulces donde artesanos cortazarenses utilizan su creatividad para innovar cada año y mejorar sus ventas.
Como es el caso de la señora María Concepción Tierrablanca, quien toda su vida se ha dedicado a la venta de alfeñique; un dulce de azúcar de sabor característico y formas muy peculiares como, platillos mexicanos, frutas, calaveras con nombres propios, animales y hasta personajes de la cultura mexicana.
“Trabajo el alfeñique desde que tengo uso de razón. Desde mis abuelos empezaron a trabajar el dulce y este año me ha ido muy bien. No es difícil hacer las figuras sino que es laborioso. En esto hay que ir paso por paso aunque ya hay familias que tienen su toque o manera de crear”, dijo.
Desde el mes de febrero o algunos en mayo, empiezan a trabajar en el afeñique, un proceso que a decir de la señora María empieza con la preparación de la tortilla para después hacer el molde y empezar a crear las formas o ideas que sorprendan a los clientes.
“Mis hermanos me ayudan mucho. Pancho y Teresa hacen las catrinas de dulce. Es una tradición que no creó que se pierda porque a la mejor no a todos los hijos les gusta, pero siempre hay uno que se involucra más en este bonito trabajo”.
Los vendedores coincidieron en que los niños son a los que les llama más la atención sus productos aunque también algunos adultos buscan figuras como los catrinas o calaveras.
Por lo que fabrican más de mil piezas, mercancía que ponen a la venta hasta el próximo 5 de noviembre en el Centro de Cortazar.
Mejoran ventas
Los comerciantes de las ferias de tradicionales percibieron el aumento.