“Qué ingenua, señora, su hijo ya está muerto, ¿a poco cree que lo están manteniendo?”, le dijeron agentes del Ministerio Público a Esperanza, por eso prefirió no ir más con las autoridades y esperar a que su hijo regrese a casa.
La noche del 16 de diciembre del 2012, Esperanza cerró los ojos 20 minutos y nunca más volvió a ver a su hijo, Vini.
Aldo Vinicio Araiza Bracamontes salió de su casa, en el Centro de Puerto Vallarta, para recoger el cargador del celular que olvidó en el coche, pero desde entonces no regresa. Hoy tiene 23 años de edad.
En lo que va del sexenio, Jalisco registró casi el doble de desaparecidos con respecto a los que dejó la “guerra sucia” en más de 15 años.
Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, en lo que va del sexenio federal no han sido localizadas mil 030 personas en Jalisco.
Mientras que el enfrentamiento entre policías y grupos armados -de finales de los años 60’s y hasta principios de los 80’s-, registró 532 desapariciones, de acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Los números de ahora colocan a Jalisco sólo por debajo de Tamaulipas, que suma mil 257 desaparecidos, pero se estima son más.
Por cada 10 personas que se suman a Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej), cuatro no denunciaron por temor a represalias o desconfianza a las autoridades, dice María Guadalupe Aguilar, integrante de este grupo que representa a familias de cerca de 200 desaparecidos.
“La Fiscalía no hace nada, es inútil, no va uno a perder su tiempo. A que lo recriminen, a que le digan a uno ‘se fue de su casa porque era un vago, borrachos, drogadicto o delincuente’, a eso va uno la mayoría de las veces, cosas que no son, a nadie les consta”, señaló Aguilar.
En el caso de la desaparición de su hijo José Luis Arana Aguilar el 17 de enero de 2011, Aguilar dice que le fue más sencillo reportar como robado el coche en que viajaba, que su desaparición… para ello tuvo que esperar 72 valiosas horas.
La lista de desaparecidos de la Fiscalía General de Jalisco, no es pública, se obtiene sólo por Transparencia: en el primer trimestre de 2014 la lista de desaparecidos que aún no encuentran es de 278 personas, mientras que en 2013, son 594.
Los registros serían una herramienta para visibilizar y transparentar la emergencia y el estado de horror; su ausencia refleja la inoperancia de los mecanismos institucionales, dice Francisco Macías, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad).
En lo que va del año, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses cuenta mil 162 cuerpos sin identificar.

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