La operación del primero de los 12 edificios de la oralidad y juicio oral se realiza con limitantes, a un mes y dos días de inaugurado.
El inmueble, ubicado en Zapotlán el Grande, aún tiene sin terminar el área del túnel que conecta con el reclusorio preventivo, mientras que ni el equipo de cómputo ni el de seguridad han llegado, y el personal de intendencia y de vigilancia es prestado.
Los rezagos se mantienen desde la inauguración del edificio, el 1 de octubre.
El administrador del inmueble, Roberto Baltazar Ceja, destacó que hay cosas buenas y malas en este mes de experiencia.
“Bien en cuanto a que tenemos, hemos estado sacando todas las audiencias que hemos tenido hasta el momento, sin contratiempo en esa cuestión. Mal en el aspecto que aún no nos entregan equipamiento”, expresó.
El edificio carece de arco detector de metal, escáner para revisión de mochilas y bolsas y detectores de metales portátiles, y siguen dependiendo de la Judicatura para proporcionarles insumos de papelería y artículos de limpieza y sueldo de personal.
Baltazar Ceja dijo que hay una persona de limpieza y 10 policías procesales por turno que son prestados del Reclusorio Preventivo.Las computadoras, detalló, son las que lleva cada juez o director.
Falta equipo y personal en Zapotlán
La operación del primero de los 12 edificios de la oralidad y juicio oral se realiza con limitantes, a un mes y dos días de inaugurado.