El equipo jurídico de la Villa Panamericana anunció que el inmueble ha quedado a la deriva, ya que no se tienen recursos para su mantenimiento, seguridad y ni para pagar los gastos de luz.
Señalan que el Fideicomiso de la Villa fue congelado, y anunciaron su retiro porque se les adeudan 300 mil pesos.
Denunciaron la falta de un responsable que se encargue por lo menos de su mantenimiento con el riesgo de perder la inversión de mil 100 millones de pesos.
El Instituto Jalisciense de Vivienda ordenó la cancelación que garantizaba su conservación, argumentando inconformidad en el manejo de los fondos.
Víctor Manuel Peña Briseño, uno de los abogados, anunció ayer que ante la incertidumbre y la falta de decisión del Gobierno del Estado y del Ijalvi, la empresa Incoba, propietaria de las tierras en donde se construyó la Villa, decidió demandar ante los tribunales competentes la extinción del fideicomiso y la recuperación de los terrenos.
“De proceder este juicio, cada parte involucrada en el desarrollo de la Villa tendría que recibir lo que aportó con base en los criterios del juez”, precisó.
Acusó que motivos políticos mantienen entrampados los juicios en el Tribunal Administrativo del Estado (TAE), porque aseguró que no existe ningún dictamen ambiental que confirme daño ambiental.

El caso sigue a cargo de la Quinta Sala del magistrado Armando García Estrada, y luego de tres años de litigio nada se ha resuelto.

De manera oficial la fiduciaria Banamex es quien debe hacerse cargo del patrimonio, pero a la fecha se ha negado a recibir las llaves del complejo que se depositaron en los Juzgados.

Desde el 19 de agosto, el desarrollador que invirtió en la construcción de las Villas, Francisco Cornejo, se hizo cargo del mantenimiento y el pago del personal, aportando cerca de 700 mil pesos, pero actualmente sólo hay dos elementos de seguridad.

Cuando anteriormente había hasta 20 personas, lo que pone en riesgo al inmueble de sufrir vandalismo y saqueos, ya que desde el 25 de octubre se quedó sin recursos económicos.

“Al no estar en posibilidades de seguir haciendo aportaciones personales la Villa ha quedado en el abandono, se han dejado tan sólo dos elementos de seguridad para evitar los previsibles acto de pillaje”, aseveró Peña Briseño.

Únicamente para el mantenimiento de la Villa se requieren entre 800 mil y un millón de pesos.

Por concepto de luz eléctrica quedó un adeudo de 130 mil pesos, cantidad que tendrá que absorber la Comisión Federal de Electricidad (CFE), esto ocasionará que el complejo se quede sin energía.

“Las fuentes no funcionarán, los jardines se secarán, la planta de tratamiento ni podrá funcionar, todo se apagará”, apuntó el abogado.

La inversión total que está en riesgo de perderse asciende a mil 100 millones de pesos, de los cuales 340 millones de pesos pertenecen a Pensiones del Estado y 690 millones a Ijalvi.

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