Ellos ya la esperan, pues saben que les lleva un regalo.
En cuanto su vehículo aparece, los perros se amontonan alrededor y al abrirse la puerta se abalanzan sobre ella.
Desde hace tres años, Yolanda Robles Curiel recorre a diario una zona de la periferia para llevar alimento a los perros que habitan en la calle, sin importar que sean domingos o días festivos.
“A mí los perritos me dan realmente mucha lástima, por eso lo hago de que coman, se me parte el alma saber que están los animales sin comer, maltratados, con frío”, mencionó la mujer de 54 años, quien tiene cuatro canes en su casa.
Además de darles un puñado de croquetas, la originaria de Colima los lleva al veterinario, ya sea para consulta, cuando los encuentra lastimados, o esterilización, la cual califica como la mejor medida para evitar el sufrimiento animal.
“La Güera”, “Canela” y el “Negro” son algunos de los canes que habitan en las calles tapatías; algunos tienen dueño, pero no los alimentan.
La visita, que agradecen sacudiendo la cola o con ladridos, incluye nueve paradas, que realiza en su vehículo acompañada de su hija.
Yolanda ya es conocida en los lugares donde reparte alimento a los canes. Los vecinos, guardias de seguridad y porteros, la saludan y apoyan.
Un costal de 25 kilogramos, estima, apenas le rinde para dos días, todo lo que gasta lo invierte de su bolsillo.
Calcula que de momento son alrededor de 45 perros a los que alimenta en distintas colonias, además de patos y gallos que se unen al festín.
Ella quisiera tener un terreno para ahí darles cabida a todos y sacarlos de las calles.
La adopción ha sido otra opción, ya que al menos 10 canes han cambiado las calles por un hogar, pero confiesa que esta vida no es para todos.
Los conoce bien, cuando uno le falta confiesa que no puede dormir.
“Digo ¿caería a un pozo, se lastimaría, lo atropellaron, se lo llevó Sanidad Animal? me angustia”, expresó.
De los perros de la calle, afirma, ha aprendido mucho. La han conmovido con su lealtad y agradecimiento.
Para ella es una práctica que no puede dejar de hacer, pues ha adquirido con el tiempo una especie de obligación para con los perros de la calle.
Para apoyarla:

Si entre tus posibilidades está ayudar a la labor que realiza Yolanda Robles, puedes ponerte en contacto con ella a través del correo electrónico [email protected]

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