Unificar el sueldo y la capacitación, así como poner un contrapeso de poder a quien controle la fuerza policial en el Estado, son algunos de los retos para la instalación de un Mando Único.
Especialistas en seguridad pública cuestionaron de inicio si se homologarían los salarios de los elementos y quién se encargaría de pagarles, tras el anuncio del Presidente Enrique Peña Nieto de desaparecer la corporaciones municipales.
“Cuando uno concentra mucho poder en un sólo mando se tiende a la opacidad y a la poca: transparencia”, consideró Arturo Villarreal Palos, profesor investigador del Departamento de Derecho Público de la UdeG.
Uno de los retos, indicó Villareal Palos, sería poner un contrapeso al mando único, que podría consistir en separar al Ministerio Público de la dependencia que controle a los policías.
Por otro lado, Juan Raúl Gutiérrez, maestro en Ciencias Jurídico-Penales del Inacipe, indicó que como todos los modelos nuevos, habrá primeramente una resistencia al cambio.
“En cualquier aspecto de la vida que te mueven resultará en errores iniciales, hasta que no se aterrice muy bien el proyecto”, explicó.
Ambos especialistas coincidieron en que se debe esperar a que la iniciativa de reforma sea presentada, para conocer los detalles del nuevo modelo y el marco jurídico que trazará su forma de operar.
La actual Fuerza Única, servirá como ensayo de cara a la desaparición de las Policías Municipales, sostuvieron.
Los principales desafíos

Según especialistas en materia de seguridad pública, estos son algunos de los problemas a superar para la instalación del Mando Único:
* Extrema concentración de poder en una sola persona.
* Homologación de salarios entre los elementos, pues el pago cambia de Municipio a Municipio.
* Nivel de escolaridad dispar entre policías.
* Equilibrar la capacitación de los elementos, ya que hay corporaciones que ni siquiera tienen academia o sitios dónde practicar tiro.

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