Carlo Santambrogio y Ennio Arosio cristalizaron en dos viviendas el concepto de simplicidad.
“Simplicidad es cuando, en el acto de crear una vivienda, la materia se vuelve transparente, un medio para los valores estéticos, el escenario y el teatro de representación”, de acuerdo con su definición.
Los italianos imaginaron una obra donde el cristal fuera el protagonista de forma y fondo.
En la arquitectura convencional el cristal es parte de forma, pero pocas veces del área estructural.
La casa de la playa y la casa del bosque son parte de la colección Simplicity de la empresa Santambrogiomilano.
Para Carlo Santambrogio, el proyecto de las viviendas de cristal surgió para hacer realidad el sueño de vivir en el bosque día y noche, en el sol y la lluvia, en el viento, el hielo y la nieve.
“Hacer realidad el sueño de hacer del bosque una casa con el fin de vivir en el bosque”.
El proyecto se logró con la colaboración y asesoría de la compañía Santo-Gobian, que participó en el proyecto del domo piramidal del Museo de Louvre en París.
La empresa es la proveedora de las hojas de cristal templado y laminado que Santambrogiomilano utiliza en sus proyectos.
El material estructural utilizado es de la línea Diamante, llamado así debido a su pureza extrema y resplandor, con un espesor de entre 30mm y 60mm.
El vidrio brinda una fórmula que soporta la carga de vigas, pisos, techos y paredes.
La casa del bosque tiene tres pisos, por el bien de la visión integral. Subir escaleras transparentes hace sentir que se está trepando en las copas de los árboles. En la ducha el agua golpetea sobre la piel como el tamborileo de la lluvia en primavera, asegura Santambrogio. 
“La naturaleza es el escenario en el teatro de transparencias, donde la nieve, el hielo, la lluvia y el sol se alternan en el centro de atención. Quien vive aquí, aviva la escena, vive por ella y siente la emoción”.
La otra casa de un solo nivel está en el mar, se encuentra a lo largo de un acantilado sin aferrarse a él, parece como si estuviera suspendida. Toda la estructura refleja el terreno accidentado.
“El que habita en la casa del mar descansa en el puerto y los sueños de zarpar de nuevo. Ambos transparentes, una gran cama destaca junto a un librero, donde incluso los libros hablan del mar”, en palabras de Santambrogio.
La edificación de estos proyectos representaron varios retos. La privacidad es uno de ellos.
Una vivienda transparente representa un abandono a la intimidad de sus habitantes. La solución fue edificarlos en zonas apartadas de las zonas urbanas, rodeadas de abundantes bosques. Otra solución la ha dado la tecnología, ya que un interruptor permite controlar la opacidad de los cristales en algunas áreas.
Otro reto es el clima que enfrenta cada una de las viviendas. La casas del bosque requirió materiales de mayor resistencia y soporte estructural ya que durante invierno la vivienda es propensa a soportar mayores cargas por la acumulación de nieve. El invierno también obligó a tener un sistema para controlar la temperatura interior de la residencia y evitar el efecto refrigerante de los cristales.
Aunque para Carlo Santambrogio y Ennio Arosio estas viviendas no son el objetivo principal de su colección, sino el diseño de muebles de cristal como salas, cocinas, comedores, closets, baños y estructuras interiores como escaleras, las residencias han sido su mejor escaparate.

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