La conferencia mundial sobre cambio climático inició el martes su segundo día de deliberaciones con la esperanza de recibir “buenas señales” para un ansiado y necesario acuerdo sobre medidas que contribuyan a reducir el calentamiento global.
“Abrimos esta sesión con la esperanza de oír buenas señales para el logro de nuestras metas en París”, dijo Kishan Kumarsingh, copresidente del grupo ad-hoc de Durban de las Naciones Unidas sobre cambio climático.
“Este es un trabajo que requiere de la participación de todos”, añadió.
Kumarsingh, de Trinidad y Tobago, comenzó así la actividad de la jornada que contempla mayormente una agenda de discursos.
El ministro del Ambiente de Perú, Manuel Pulgar Vidal, presidente de la conferencia por ser el anfitrión, había pedido a los delegados no dañarla oportunidad de Lima a fin de “construir certidumbre” para los pueblos del mundo sobre los esfuerzos para detener el agravamiento del cambio climático.
“El mundo nos espera, pero no espera que fallemos”, dijo.
La segunda jornada de la conferencia, a la que asisten delegados de más de 190 países, no será diferente de la primera: varias sesiones plenarias, decenas de discursos y diálogos en los pasillos.
En escenarios fuera del complejo del cuartel general del ejército donde se realiza la conferencia, habrá sin embargo presentaciones de grupos civiles, incluyendo representantes de comunidades indígenas que tienen una posición o se sienten afectados por el calentamiento global.
Como primer orador de la sesión matinal, René Orellana, delegado de Bolivia, dijo que en Lima se deben dar los pasos necesarios para la “elaboración de un borrador convincente” como para sellar un acuerdo en París el próximo año.
“Debemos señalar compromisos y responsabilidades sobre la mitigación, adaptación y medios de implementación”, dijo. “En particular se debe abordar los aspectos de igualdad, responsabilidad común y capacidades de cada país”.
La aspiración de la llamada Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, o COP20, es elaborar un borrador final que permita un acuerdo histórico en la COP21 de París, luego del fracaso en Copenhague hace cinco años.
La meta es cortar las emisiones de gas, especialmente las procedentes de la combustión de combustibles fósiles, consideradas fuente principal del calentamiento global. El tratado previo, el llamado Protocolo de Kyoto de 1997, solo cubría niveles de emisión de los países industrializados, dejando de lado a los países en desarrollo que son cada vez más contaminantes del medio ambiente.
Pero, el ministro Pulgar Vidal hizo notar que los debates en Lima, donde se espera unir voluntades del mundo, “ninguno de los resultados que queremos está garantizado”.
El encuentro se prolongará hasta el 12 de diciembre.
Cumbre climática busca buenas señales en Lima
La conferencia mundial sobre cambio climático delibera un ansiado y necesario acuerdo sobre medidas para reducir el calentamiento global.