Nada más campechano que la Calle 59. Al pasear por aquí se va de placer en placer, entre sus hoteles, restaurantes, bares y hasta panaderías.
En este camino, que abarca cerca de un kilómetro, llama la atención la cordialidad de los lugareños, quienes no dudan en sonreír a cualquier extraño que se les cruce en plena acera y el colorido de las fachadas, perfectamente coordinadas en tonos pasteles.
Varias de esas casonas se han convertido en comercios o restaurantes que diariamente atienden a turistas, otras, aún conservan su encanto original, pues no han dejado de ser residencias desde el siglo 16.
“Aunque la calle tiene varios bares y restaurantes, y que es totalmente peatonal, aquí siguen viviendo muchas familias, que desde hace generaciones se asentaron en la ciudad. Por ello, los comercios no pueden estar abiertos más allá de la medianoche.
“Pero eso no impide que convivan campechanos con extranjeros, hoteles con hogares, abuelos con jóvenes. Es una combinación de generaciones, de culturas”, cuenta Wilberth Salas, guía de la ciudad de la Secretaría de Turismo del estado.
Para recorrer la Calle 59, los lugareños recomiendan empezar por la Puerta de Mar, muy cerca de la costa, y uno de los primeros accesos que tuvo la muralla que protegió esta ciudad de los ataques piratas, desde el siglo 17 hasta el 19.
Los vestigios de esta fortaleza recuerdan el tiempo en que Campeche se disputaba fama con otros puertos, como el de Veracruz, por la gran cantidad de mercancías que llegaban aquí procedentes de Europa.
Sin embargo, ahora en cuanto se cruza la Puerta del Mar, la alegría y diversión de la Calle 59 se hacen presentes.
Se pueden visitar algunas tiendas de artesanías o restaurantes como Rincón Colonial, en donde hay que pedir pan de cazón (hecho con tortillas fritas, salsa roja, frijoles fritos y cazón) o la panadería más famosa, La Nueva España, donde son famosas las hojaldras.
Pero no todo es para satisfacer al estómago, hay que hacer una parada en la Iglesia de San Roque que, con una sencilla fachada amarilla, contrasta con los retablos barrocos de oro laminado en su interior.
A unas cuadras de este templo está la Casa de Teniente del Rey, construida a fines del siglo 18, y la cual es muy conocida por ser el hogar del fantasma de una mujer que se aparece todas las noches con un candelabro.
Con todo y espíritus errantes, hay que seguir hasta donde concluye el camino: en la Puerta de Tierra, que igual que la de Mar, es otro de los accesos que tuvo la muralla que protegió la ciudad; sin embargo, con el pasar de los años la metrópoli se extendió tanto que la fortaleza quedó en el corazón de la ciudad.

Guía práctica

Cómo llegar
Interjet y Aeroméxico ofrecen vuelos directos a la ciudad de Campeche.

Dónde dormir
Hotel Casa Don Gustavo. Cuenta con 10 suites, un patio central donde se sirven desayunos, comidas y cenas basadas en la cocina campechana. Costo por noche: 3 mil pesos en ocupación doble.
A 45 minutos de la ciudad de Campeche se encuentra Aak-Bal All Suite Resort, el cual cuenta con campo de golf, acceso a playa y spa. Costo por noche: 4 mil pesos aproximadamente; cada suite tiene capacidad para cuatro personas.

Qué comer
Hay que probar el lechón tostado (carne marinada con naranja agria, pimienta y sal). La mayoría de los restaurantes y hoteles de Campeche lo tienen en su menú.

Más información
casadongustavo.com
www.campeche.travel
www.aakbal.com.mx

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