Las imágenes de una manifestante muerta por un disparo, con sangre corriendo por su rostro y cabello mientras era levantada del suelo desencadenaron fuertes críticas al gobierno egipcio en el aniversario de una revolución que estalló precisamente debido a la brutalidad policiaca.
Las fotografías y videos muestran a una unidad policiaca fuertemente armada, con algunos miembros enmascarados, disparando el sábado contra un pequeño grupo de manifestantes pacíficos cerca de la Plaza Tahrir en El Cairo, en el que se encontraba Shaimaa el-Sabbagh, de 32 años.
El-Sabbagh, defensora de los derechos laborales con participación en protestas que precedieron a la revolución de 2011 en el país, era además una poetisa y madre de un niño de cinco años.
La activista había viajado a El Cairo desde su casa en Alejandría para asistir a la manifestación, que exigía que se procese a policías y funcionarios por la muerte de manifestantes asesinados desde el inicio de la insurrección hace cuatro años que llevó al derrocamiento del dictador Hosni Mubarak.
Ella murió por lo que las autoridades dijeron fue un disparo de perdigones a corta distancia que perforó su corazón y pulmones.
“No escucharé a nadie que menoscabe mi decisión”, escribió el sábado en su página de Facebook antes de participar en la manifestación, diciendo que no pondría atención a aquellos que piensan que ya no tiene sentido protestar.
Mahienour el-Masry, un activista y amigo de el-Sabbagh, la describió como una firme creyente en el cambio que acostumbraba a llevar a su hijo con ella.
“Ella realmente lo hacía de corazón”, dijo el-Masry.
Su muerte renovó las críticas al uso de la fuerza por parte de la policía y a la insistencia del gobierno de que su campaña está reservada a terroristas y manifestantes violentos.
Un nuevo portal ha sido creado en Facebook a su memoria, un recordatorio de una página similar en honor de Khaled Said, un joven de Alejandría que agentes de la policía mataron en 2010. Ese sitio atrajo millones de seguidores y se convirtió en uno de los motores principales para organizar la insurrección de la Plaza Tahrir contra Mubarak en 2011.
El caricaturista Makhlouf hizo un dibujo dedicado a el-Sabbagh mostrando una flor en confrontación al cañón de una pistola.
El funeral de el-Sabbagh llevado a cabo el domingo atrajo a cientos de personas en Alexandría, muchos de ellos coreando “Abajo con el régimen militar” —un lema que el presidente Abdel Fatá el-Sisi, el ex jefe militar elegido al cargo en mayo, ha dicho que ya no tolerará. Después del funeral, los dolientes equipararon a el-Sisi con Mubarak al corear “Abajo con el-Sisi Mubarak”.
“Su único delito fue ir a colocar un ramo de flores en el memorial de los mártires en Tahrir. Ahora se les ha unido”, dijo a los reporteros Medhat al-Zahed, vicepresidente del partido Alianza Socialista Popular del que el-Sabbagh era miembro. Acusó directamente a la policía por la muerte de el-Sabbagh.

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