En cinco años, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dado de baja adeudos de los contribuyentes equivalentes a un billón 514 mil 137 millones de pesos, de los cuales pudo cobrar apenas un 10%.
Esto significa que la autoridad ha dejado de obtener poco más de 1.3 billones de pesos de adeudos.
En total, son 4 millones 178 mil 440 registros de diversos contribuyentes, que comprende personas físicas y empresas, las que han sido dadas de baja.
Se trata de deudas promedio por 363 mil pesos.
La autoridad fiscal da de baja un adeudo en varias situaciones: cuando el contribuyente “se pone a mano” es decir, paga lo que debe, cuando pierde el juicio con el que exigía el pago, o bien, se queda ya sin bienes para liquidar.
De acuerdo con información proporcionada por el organismo, en el periodo mencionado, el SAT logró recuperar solamente 138 mil 791 millones de pesos por medio del pago de los contribuyentes.
Según el SAT, aunque fueron dados de baja, no todos los adeudos están completamente perdidos.
De acuerdo con estimaciones de la autoridad, un 50% de los adeudos originales, equivalentes a 757 mil millones de pesos, aún pueden ser cobrados, pero en un proceso más lento.
Cuando un contribuyente presenta un adeudo con el fisco, sus casas, vehículos, terrenos, yates o cualquier otro bien de su pertenencia puede ser tomado en cuenta como forma de pago o garantía.
No obstante, si el contribuyente se queda sin bienes o recursos para seguir pagándole al SAT su deuda, la autoridad da de baja su crédito, pero sigue en proceso de vigilancia.
En cuanto el deudor abra una cuenta bancaria, obtenga una casa, terreno o cualquier otro bien con el cual pueda pagar, el fisco lo puede tomar en cuenta como una forma de pago.
Por esa razón no se puede establecer cuándo podría darse la recuperación de ese dinero.
Por lo anterior, para la autoridad el proceso de cobro se mantiene en esos casos, a pesar de que estén catalogados como dados de baja.
El 40% restante del total de adeudos dados de baja, unos 618 mil 367 millones de pesos, están totalmente fuera del alcance del fisco, pues los contribuyentes le ganaron en los tribunales la disputa por esas deudas.
El nombre de los contribuyentes, al igual que el número exacto de cuántos adeudos correspondían a cada persona física o empresa, no es dado a conocer por la autoridad.

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