Gabriel Servín Carreras, quien cayó en medio de un incendio de pastizal, murió de un infarto.
Ya muerto, las llamas alcanzaron sus piernas y presentó quemaduras de tercer grado.
Fue visto por sus hijas minutos antes, cuando arreglaba la chapa de la puerta de su casa ubicada en la calle Tancítaro de la colonia Cerrito de Jerez.
Autoridades confirmaron que el hombre se dirigía a vender dulces a las fábricas de la colonia Industrial Julián de Obregón.
Pasó por un baldío cercano a las calles Cerro de Culiacán y Cerro de Tancítaro en dicha colonia.
Iba abordo de su bicicleta de la que bajó para pasar un montículo de tierra y cuando intentó subirse, nuevamente se cayó.
“Murió de una cardiopatía isquémica que es un problema cardiaco severo y fue alcanzado por las llamas ya muerto”, dijo director de Averiguaciones Previas, Aarón Edmundo Castro.
Gabriel era hipertenso y tenía diabetes.

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