Un 40% de la población infantil padece sobrepeso u obesidad, lo que a futuro provocaría que gran cantidad de celayenses sean gordos y con grandes posibilidades de contraer diabetes.
Las edades de los niños que padecen sobrepeso y obesidad oscila entre los seis y 14 años, población susceptible a contraer enfermedades del cardiovasculares e incluso diabetes, informó el pediatra Arturo Ramírez.
Desde hace siete años, el Colegio Médico alertó del problema tan grave que se padece con las enfermedades del síndrome metabólico, pues de los 500 mil habitantes que hay en Celaya, casi la mitad está propensa a contraer diabetes si es que no tienen acciones preventivas, alertó el pediatra Mariano González.
En Celaya existen por lo menos 50 mil diabéticos, y por cada uno hay cuatro familiares que están en riesgo de adquirir la enfermedad. Por lo menos son 200 mil personas que están en riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Las personas que están en riesgo son de todas las edades, pues la diabetes le puede dar a cualquier persona, primero por la genética, sumado de obesidad, vida sedentaria, tabaquismo, presión alta, estrés y falta de atención a su salud y alimentación.
En materia de diabetes la media nacional es de 8.8 y los celayenses se ubican en el 11%; en sobrepeso la media es de 30 y se está en el 40%; en colesterol el promedio es de 30 y se está en 44%; de triglicéridos el promedio es 30 y en el municipio la mayoría está en 45; en la presión arterial es de 30 y se tiene 31. A nivel nacional el 10% de la población es diabética, el 30% es hipertensa y el 50% padece de obesidad.
Es de vital importancia que la población consuma alimentos de acuerdo a sus necesidades y condiciones, es decir ni más ni menos.
Se deben incluir alimentos con poca grasa, poca sal y poca azúcar, utilizando técnicas de cocción como lo son: alimentos asados, horneados y frescos.
Es trascendental no dejar de ingerir entre seis y ocho vasos de agua diarios, no obstante si el día es muy frío es necesario sustituirla por té de limón o jamaica sin azúcar. Es esencial llevar de la mano una adecuada alimentación y un plan de ejercicio de 30 minutos de actividad física al menos cuatro veces a la semana.
RECOMENDACIONES
.Incluya alimentos de los diferentes grupos: Frutas y verduras, cereales o tubérculos y alimentos de origen animal.
. Evite los alimentos industrializados, suelen ser ricos en grasa, azúcar o sodio.
. Evite las bebidas azucaradas. El refrigerio debe incluir siempre alguna bebida para que los niños se mantengan bien hidratados, pero evite todas las bebidas con alto contenido de azúcar como los refrescos y jugos industrializados.
Déles un lunch saludable
Ahora que inicia el año y que apenas va un par de semanas que reiniciaron las clases, es un buen momento para que las madres de familia pongan atención en lo que comen sus hijos.
Debido a que la comida chatarra y los menús con poco valor nutricional, están a “la orden del día”, los padres de familia tienen la opción de mandarles lunch a sus hijos, para así evitar que caigan en la obesidad.
Y son las mamás la ‘pieza clave’ para que los niños tengan una nueva cultura alimenticia, señaló Lucía Miranda, nutrióloga de la Secretaría de Salud.
Lo primero que se debe hacer es comenzar a crearles conciencia a los niños de la importancia de su salud y consumir alimentos nutritivos y opten por consumirlos por cuenta propia.
Mencionó que es importante inculcarles a los niños el consumo de las verduras y frutas y que en todas las colaciones del día, se agregue una porción de proteína, carbohidratos, grasas de buena calidad, vitaminas y minerales.
Pero sobre todo es pieza clave el ejemplo.
“Si los niños ven en casa que se toma refresco, que se comen chocolates, dulces, ellos buscarán lo mismo, pero si por el contrario en casa mamá les enseña a consumir alimentos nutritivos, ellos por su cuenta los reconocerán en la escuela y será más fácil que se alejen de los alimentos que no los nutren”, dijo.
Es importante no mencionarles a los niños la palabra “dieta”, es mejor enseñarlos a comer, de tal modo que ellos solos elijan qué comer, pero sanamente.
Hay que recordar que un refrigerio inadecuado puede perpetuar malos hábitos y generar a la larga caries dental, sobrepeso, obesidad infantil y elevación de los triglicéridos y el colesterol.
Por otro lado, también es importante que se alimente la autoestima del niño, sobre todo por las responsabilidades que conlleva y no decir calificativos como “gordo, panzón, ni pasadito de peso”.
Sería conveniente que desde ahora se les comience a emitir a los niños pensamientos positivos en los que se les repita constantemente sus capacidades y potencialidades.
La profesional señaló que es el momento en que los padres de familia, aprovechen el vínculo que dejaron las vacaciones entre ellos y que lo mantengan durante todo el ciclo escolar, y el tema de comer sanamente es un buen tema que pueden trabajar durante todo el año.