La tasa de emigración en México se estimó en 36.6 personas por cada 10 mil habitantes al tercer trimestre de 2014, mientras que la tasa de inmigración es de apenas 11.9 personas; por lo que el Saldo Neto Migratorio estima una pérdida de población a una tasa de 24.7 personas por cada 10 mil habitantes, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A partir de 2010, la emigración aumenta paulatinamente mientras la inmigración disminuye de manera progresiva lo que significa que en este periodo se pierde más población.
Para el bienio 2012-2013, la mayor intensidad en la pérdida de población (tasas por cada 10 mil habitantes) se presenta en entidades tradicionalmente migratorias, como Zacatecas (-115.8), Guanajuato (-75.4) y Michoacán (-85.4); aunque también figuran en este estrato Querétaro (-111.5), Chihuahua (-93.4) y Aguascalientes (-62.9).
Datos sociodemográficos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo muestran que en el lapso de 2008 a 2013, los motivos principales por los que las personas emigran a otro país son: trabajo, reunirse con la familia y estudios.
Respecto de la inmigración, el principal motivo por el que las personas llegan de otro país a radicar a México es para reunirse con la familia, fenómeno que en términos absolutos, pasó de 87.6% (en 2008) a 82.2% (en 2013). Destaca el motivo trabajo, pues desde 2012 muestra porcentajes mayores al 7 por ciento. Referente a los emigrantes internacionales, los motivos trabajo y reunirse con la familia acumulan en 2008 un total de 88.3% y para 2013 el peso relativo se situó en 82.3 por ciento.
En México, los desplazamientos migratorios internacionales se realizan mayoritariamente por hombres, aunque en fechas recientes las mujeres han incrementado su participación con respecto al total de movimientos, advierte el comunicado del Inegi.

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