El periodista, decano en el gremio de la comunicación a nivel nacional, escritor, abogado, político, servidor público y vicepresidente del periódico “El Diario de Coahuila”, Roberto Orozco Melo, murió la mañana de este jueves mientras dormía en su casa, a los 83 años de edad.
Orozco fue presidente municipal de Saltillo (1964-1966), diputado local, y secretario de Gobierno (1975-1981), reportero, corresponsal, columnista de varios medios, fundador del periódico “El Heraldo de Saltillo” y cofundador de “El Diario de Coahuila”, Premio Estatal de Periodismo 1992.
En 2006 el Club Primera Plana de la Ciudad de México lo reconoció como Decano de la Prensa Nacional. Entre sus obras destacan “De Carne y Huesos” 1999, “Oscar Flores Tapia de cerca y de lejos”, Moisés y Yo Poesía, 1959 y Bajo la Angustia de la Muerte narrativa, de 1957.
Sus restos fueron incinerados este jueves, y a partir de las 14:30 horas su familia recibió condolencias de amigos y parientes en la capilla Resurrección de los velatorios Renacimiento de Funerales Martínez, del boulevard Nazario S. Ortiz Garza, de la colonia Virreyes, al norte de la ciudad.
La urna con las cenizas llegaría por la tarde a la capilla Oratorio, en la misma agencia de inhumaciones.
Al comunicador le sobreviven su viuda María Elena Aguirre, media docena de hijos y 14 nietos.
Roberto Orozco Melo nació en Parras de la Fuente en 1931, muy joven cuando terminó la secundaria, dejó su pueblo para radicar en Saltillo, donde estudió la preparatoria en el Ateneo Fuente.
Se graduó de licenciado en Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Coahuila, que aún no era autónoma.
En 1953 fue oficial mayor de la secretaría particular del Ejecutivo y de ahí ocupó diversos cargos en la administración pública estatal y municipal, y luego se dedicó al periodismo, a escribir, publicó varias obras además de ocuparse de apoyar a escritores e historiadores.
Su nombre pasó a la historia porque cuando Roberto Orozco Melo fue secretario de Gobierno acudió al Congreso del estado a presentar la renuncia del entonces gobernador, de Coahuila, Óscar Flores Tapia, acusado del delito de peculado, por consigna del entonces presidente de la República, José López Portillo, debido a que éste había ordenado desaparecer las delegaciones estatales de Turismo y Flores Tapia no acató la orden.
La rebeldía del entonces mandatario de esta entidad provocó su caída del poder.
Don Óscar se peleó con la secretaria de Turismo Federal, Rosa Luz Alegría, amiga personal de López Portillo, por lo que ella se quejó con el presidente de México y este a su vez empezó la campaña de desprestigio en contra del coahuilense, que culminó con su dimisión a al gubernatura.
En su columna “Hora Cero”, que publicaba en el periódico “Zócalo”, el periodista escribió: “Miro hacia atrás y pienso que gracias a los años vividos pude ser testigo del acceso y salida del poder a 12 gobernadores del Estado Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza. ¡Qué cosa! diré como mi abuela y evoco a don Román Cepeda Flores quien juró el cargo de gobernador de Coahuila el primero de diciembre de 1941”.
El deceso de Don Roberto ha causado una gran pena en el medio periodístico y la política.
El secretario de Gobierno de la entidad, Víctor Zamora Rodríguez, lamentó la muerte de un hombre inteligente y sencillo, que es ejemplo a seguir, político por convicción, periodista crítico, que dejó huella y será recordado con cariño, afecto y admiración.
A nombre del gobierno del estado, el funcionario externó el pésame a sus deudos y deseó pronta resignación por tan irreparable pérdida.
Para el director del periódico “El Heraldo de Saltillo”, Francisco de la Peña de León, “Saltillo pierde a un gran periodista, decano del oficio, fundador de ese rotativo que dejó una gran escuela a nuestra ciudad y colaboró para diversos medios de comunicación como “El Siglo de Torreón”, “La Opinión de Torreón” y “Zócalo”, entre otros. Además de recibir premios y reconocimientos diversos.
En otra de sus columnas que tituló: “Si nos hemos de morir” el comunicador habla de los placeres de la vida que tenemos prestada y dio sus razones para disfrutarlos plenamente:
“Los mecanismos de compensación de nuestro cuerpo todavía son poco conocidos, pero la experiencia dice que si lo disfrutamos verdaderamente, aquel pecado mortal se transforma en venial. Lo bebido y lo comido nadie nos lo quita, siempre que no abusemos de ello.
“Nada hay más chocante que esmerarse en preparar una alegre convivencia para tus amigos, y que éstos lleguen al evento cargando un pequeño paquete de piernas de pollo, un filete de pescado o algunas pechugas de gallina y muchas disculpas:
‘Es que el asado al carbón es muy grasoso, y el doctor sólo me autoriza un par de tragos’ De esto comenta el doctor brasileño Drauzio Varella, premio Nobel en Ciencias: ‘Nada reemplaza la alegría y el placer de departir con quienes te quieren, ni hay grasa o trago que no se pueda metabolizar en un buen rato de esparcimiento'”.
Fallece en Coahuila el periodista Roberto Orozco
Roberto Orozco Melo falleció a la edad de 83 años. Fue fundador del periódico “El Heraldo de Saltillo” y presidente municipal de Saltillo en 1964.