Tan pronto como entró a la US Airways Arena y fue abriéndose paso entre centenares de periodistas, la expectativa sobre si el corredor Marshawn Lynch hablaría con la prensa iba en aumento.
Usando una gorra y lentes, los 1.80 metros de estatura y 100 kilogramos de peso de Lynch finalmente arribaron al podio de entrevistas que tenía asignado por la NFL para participar en el Día de Medios del Super Bowl XLIX.
Lynch se sentó, abrió una bolsa de los famosos dulces Skittles que unos aficionados le regalaron y sonriente se sentó para esperar la primera pregunta de unos 200 periodistas conglomerados a su alrededor.
Vinieron diferentes cuestionamientos. Veintinueve para ser precisos y Lynch respondió a cada uno con el mismo ‘script’ que ha utilizado a lo largo de la temporada regular con los reporteros que acuden a sus partidos.
“Sólo estoy aquí para que no me multen”, fue la respuesta del corredor para cada uno de los reporteros que se le acercó, incluyendo a los del canal oficial de la liga.
La NFL obliga a sus jugadores a acudir al Día de Medios y Lynch evidentemente ya no quiere seguir vaciando sus cuentas bancarias porque este año encabeza la lista de los jugadores que más veces fueron multados y ha tenido que pagar 131 mil dólares, la mayoría por negarse a hablar con la prensa después de los juegos.
Lynch, también conocido como ‘Beast Mode’ por su estilo físico, fue líder de la NFL en yardas por tierra y touchdowns.
“Me molesta la forma en que mucha gente se burla o habla mal de él, la gente que lo conocemos como persona y jugador sabemos lo opuesto que son los reportes a lo que realmente es”, afirmó el esquinero Richard Sherman. “Es un gran líder, es un gran amigo y un gran mentor para mucha gente dentro de la comunidad”.
En Oakland, de donde es originario, Lynch tiene una fundación para ayudar a niños menos privilegiados y Sherman cuenta que en Seattle es común verlo llegar con niños.
“La percepción no le importa a él, es una persona que le gusta ayudar. A los entrenamientos acude con niños todo el tiempo, con o sin permiso de los Seahawks porque le gusta cumplir sueños para esos pequeños que de otra forma no estarían cerca de jugadores profesionales y todo lo hace desde el fondo de su corazón”, agregó Sherman.
En noviembre pasado, Lynch fue multado por la NFL con 100 mil dólares por no hablar con los reporteros durante dos años. También tuvo que pagar 31 mil dólares por tocarse los genitales tras anotar un touchdown, primero en un juego en diciembre y luego en el Campeonato de la NFC.
De hecho, Lynch ya fue advertido por la NFL y los Seahawks que si lo hace de nuevo en el Super Bowl, será multado nuevamente y su equipo será castigado con 15 yardas.
“Creo que tenemos derechos constitucionales que incluyen la libertad de discurso y de decir lo que queremos. La NFL tiene ciertas cuestiones estipuladas y nos pide hablar en ciertos momentos. Cuando firmas tu contrato lo aceptas, pero también creo que si alguien desea no decir nada, debe ser válido”.
El debate sobre si Lynch hace o no lo correcto seguirá en las próximas horas y probablemente el domingo se repita nuevamente la frase escuchada este martes.

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