La industria de la cerámica y las artesanías en Guanajuato ha aumentado su presencia en el extranjero.
De acuerdo con datos de la Cofoce, durante 2014 este sector que en 2013 había generado 67 millones de dólares en  exportaciones, para el 2014 logró un crecimiento del 21.1%.
Esa cifra indica que durante el 2014 las ventas al extranjero en esta área productiva sumaron  81 millones de dólares.
El destino de los productos elaborados por manos guanajuatenses fueron 28 diferentes paísees.
Aunque el principal destino de las  exportaciones es Estados Unidos, también aparecen Canadá, Suiza, Gran Bretaña, Irlanda del Norte y Colombia.
El crecimiento del sector, además de  generar inversiones, garantiza el empleo a 2 mil 545 personas en la atención, fabricación y comercialización de las empresas exportadoras.
Los productores han logrado posicionar sus productos en el mercado nacional e internacional con apoyos de la Secretaría de Desarrollo Económico y la Cofoce.
“Es cuestión de querer invertir, arriesgar, participar y contar con las condiciones mínimas que se requieren de permanencia en ámbito legal”, aseguró Juana Ponce Rodríguez, de Talavera Rea.
A nivel nacional los productores guanajuatenses han encontrado un mercado para sus productos en las zonas turísticas como Los Cabos en Baja California y Cancún en Quintana Roo.
De acuerdo con estadísticas económicas del Inegi, en Guanajuato hay 469 unidades dedicadas a alfarería y porcelana. De éstas Dolores Higalgo concentra 349.
Guanajuato, San Felipe, Comonfort, San Miguel de Allende, Juventino Rosas y Salvatierra también se encuentran entre los municipios con unidades de producción.

Talavera Rea, se enfocan en turistas

Talavera Rea es una microempresa que surgió hace más de 20 años en la ciudad de Dolores Hidalgo con la producción de piezas de barro con un terminado decorativo tipo mayólica.
Juana Ponce Rodríguez ha buscado un espacio en el mercado artesanal distribuyendo sus productos en áreas turísticas como Puerto Vallarta, Los Cabos, Cancún y la zona fronteriza de Tamaulipas.
Los principales productos que venden son decorativos tanto para interior como para exterior, piezas para colgar en la pared, jarrones, floreros, piezas utilitarias para baños como lavabos, jaboneras, bote papelero; macetas, fuentes para jardín e incluso de uso para servicio de cocina como platos, vasos, jarras y fruteros.
Tras participar en ferias artesanales dentro del estado y a nivel nacional han hecho contactos con compradores potenciales con los que actualmente están haciendo negocios.
“La Secretaría de Desarrollo Económico y Cofoce han apoyado e incentivado a la cerámica y alfarería para posicionar los productos en el mercado tanto nacional como internacional, sólo es cuestión de querer invertir, arriesgar, participar y contar con las condiciones mínimas que se requieren de permanencia en el ámbito legal”.
Ponce indica que como empresa se tienen que preparar tanto en las condiciones y regulaciones que debe reunir el producto para ingresar a otros países, como en el área administrativa, con los documentos y certificados que acompañan el proceso de las exportaciones.
Aunque en este momento su producción en el extranjero es poca comparada con otras industrias, Talavera Rea ha logrado colocarse en las cifras de exportaciones que genera el sistema de aduanas, principalmente a Estados Unidos, Colombia, Australia, Canadá y Brasil.

Casher, del minorista al extranjero

Casher tiene aproximadamente 14 años en Tarandacuao, Guanajuato, produciendo cerámica a alta temperatura elaborada completamente a mano.

Entre sus productos hay tazas, azucareras, floreros, caballitos, macetas, lámparas y adornos.
La producción es a base de una pasta con cinco materiales diferentes, se elaboran con molde y a mano, luego pasan por un proceso de pulido para darle capas de esmalte y evitar que se filtre el agua, y el último proceso es la decoración, marcado y horneado.
Casher también tiene la vista puesta en las exportaciones.
Sarahí Castro, una de las dueñas, comenta que con la venta directa a minoristas extranjeros poco a poco están dándose a conocer fuera de México
Gracias a los compradores extranjeros sus productos ya han llegado a diferentes países, como Estados Unidos, Canadá, Francia y Japón.
Sin embargo, estas ventas no son de grandes cantidades y la falta de un permiso para exportar en ocasiones ha limitado ventas que podrían ser significativas para Casher.
“Hay personas que vienen, por ejemplo de Francia, que nos preguntan si exportamos, porque no quieren llevar grandes cantidades directamente porque podría llegarles roto”, explica Sarahí.
Los dueños estiman en tres años lograr la exportación directa; por el momento en el País las ventas son exitosas, llegando con sus productos a lugares como Los Cabos en Baja California y  Cancún en Quintana Roo, y en exposiciones mayoristas en Guadalajara.
En este sentido han tenido un crecimiento en sus puntos de distribución y  el apoyo del Gobierno ha sido bueno. “En algunas ferias nos dan gratuito el stand y todo lo que sacamos es beneficio para nosotros”, dice.
Pero en el mercado nacional tienen que enfrentarse al “regateo”. Sarahí Castro cuenta que una clienta le dijo que para ella “era una tradición pedir descuentos en locales o en empresas de artesanías, y no se me hace una tradición muy justa”.
Los extranjeros, asegura,  pagan lo justo. “Ellos llegan, te piden la pieza y lo pagan, no te dicen ‘¿cuánto es lo menos?’ ni nada por el estilo, siento que son personas que saben valorar la artesanía”.

Angy Guerra, conquistan a norteamericanos

Cerámica Angy Guerra, originaria de Dolores Hidalgo, Guanajuato, y creada por Rosa Angélica Guerra, logró a través de una expo llegar al mercado estadounidense.

Ahora buscan abrir mercado en otros países, como Colombia y España.
La empresa exporta varios productos, pero lo que más les piden es el macetón grande, la maceta número 40 y la tortuga carey.
“En una expo llegó un cliente americano y ahí fue donde él me contactó y me dijo: ‘Su producto me encanta y creo que es muy bueno para entrar a exportación a Estados Unidos’”, explica Angélica.
Asegura que no enfrentó algún problema para exportar, ya que una empresa estadounidense les facilitó el trabajo para concretar la exportación, pero los productos  tuvieron que pasar por una prueba que verificara que estaban libres de plomo.
Angélica considera que una de las razones por las que el cliente escogió su producto y que podría traducirse como valor agregado para su empresa, es que su fabricación es completamente artesanal.
En la actualidad Angy Guerra exporta cada dos meses entre un 15% y un 20% de su producción, dependiendo del pedido que se les haga.
La capacidad de producción de su empresa también depende  del tipo de producto que le soliciten.
“Depende del tamaño de la pieza, por ejemplo un macetón, del cual se realizan alrededor de 15 piezas en tres días”, detalló.
Respecto a las piezas pequeñas, en una jornada de más de 12 horas, que abarca desde las 7 de la mañana hasta cerca de las 12 de la noche, se realizan 100 piezas.
Además de la exportación directa a Estados Unidos, Angélica Guerra asegura tener presencia tanto nacional como internacional gracias a extranjeros que le compran directamente.
“Tenemos mucha gente que nos compra, inclusive le queríamos poner Dolores Hidalgo a las piezas, pero dicen: ‘No me le ponga’. ¿Por qué? Porque ellos son revendedores”, comenta.

Checuac, seducen a los europeos

A través Ceramica Checuac, originaria de Tarandacuao y con 14 años de experiencia en la fabricación de piezas utilitarias y decorativas, la cerámica de Guanajuato ha llegado a España.

Sus tazas, juegos de café, servilleteros y floreros estuvieron en el mercado europeo.
Leticia Castro, encargada de ventas, comenta que su cerámica llegó hasta España, gracias al contacto que hicieron con la tienda “El Corte Inglés”, -la tienda departamental más prestigiada en España- a la que enviaban piezas caladas. En la actualidad ya no cuentan con esa vía de exportación debido a que esta tienda hace rotación entre los artesanos para darle oportunidad a un mayor número de productores.
“Esa cadena de tiendas viene a México, contacta con los artesanos y sólo lleva cierto producto por un tiempo, regresa y lleva de otros. Compran en cantidad por mucho tiempo, pero dejan de comprar para hacer negocio con nuevos artesanos”, explica Castro.
Mientras tuvieron trato con la empresa, Cerámica Checuac enviaba producto cada 3 meses, pero para lograrlo debieron tener varias certificaciones. Una de ellas fue sobre el origen del producto. Otra fue una prueba que garantizara que los artículos estuvieran libres de plomo, que usualmente se encuentra en la pintura empleada para la decoración.
De acuerdo con Leticia, Cerámica Checuac experimentó mínimas complicaciones para obtener los permisos necesarios y menciona que recibieron ayuda de la COFOCE.
Otra forma de que sus productos tengan presencia en el extranjero ha sido a través de comercializadores que la revenden.
“Es mínima la compra, ya que como la cerámica es pesada y aunque gusta mucho, no se la llevan a vender en grandes cantidades a otros países porque sale caro el envío. A veces si se llevan varias cosas pero, por decirse si mandas a Estados Unidos, ellos vienen a la frontera, hacen todo el trámite y se lo llevan”, detalla Leticia.
A través de esta forma de comercialización su c erámica ha llegado a Japón, Chile, Brasil, Argentina y Francia.

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