El nuevo estadio de Rayados en la zona de La Pastora, en Guadalupe, Nuevo León, está casi listo para su inauguración en julio próximo, pero hay obras viales complementarias que ni siquiera han comenzado.
De los cinco proyectos anunciados por autoridades estatales, municipales y la Iniciativa Privada, tres no han arrancado, otro está en proceso y sólo uno está terminado, cuando faltan menos de seis meses para la apertura prevista del recinto, con capacidad para 51 mil aficionados y un costo cercano a los 200 millones de dólares.
Ante el incumplimiento, vecinos y comerciantes prevén que la zona registre un caos vehicular cada vez que haya eventos.
“Cuando haya juego, ya no vamos a poder ni pasar”, advirtió una vecina del Fraccionamiento Azteca.
El retraso se da pese a que el paquete de obras viales complementarias fue definido por el Estado desde el 28 de febrero del 2012, cuando la priísta Ivonne Álvarez era Alcaldesa de Guadalupe.
De las tres obras que no han iniciado, dos están a cargo del Estado y una de Femsa, que construye el estadio.

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