Cuando quiere saber el estado de su salud visual, la primera parada debe ser con un optometrista.
Este especialista tiene licenciatura y detecta defectos visuales o cualquier trastorno del proceso visual. También puede observar la estructura del ojo y ver si existe alguna alteración, explicó Sandra Rábago, optometrista presidenta fundadora de la Sociedad Estudiantil de Optometría.
“Identifica enfermedades, conoce de ellas, las puede diagnosticar y si no la puede tratar, debe canalizar al paciente con un oftalmólogo”, agregó.
“También pueden revisar si los músculos de los ojos están trabajando en conjunto, si la integración de las imágenes en el cerebro se está dando. Todas estas pruebas son de gabinete”.
Sin embargo, aclaró que no todos los dependientes que se encuentran en las ópticas son optometristas y la única forma de saber si se trata de un profesional es pidiendo su título de licenciado.
Por su parte, los oftalmólogos son médicos que después estudiaron la especialidad en enfermedades del ojo. Lo estudian como un órgano.
En el caso de los pacientes diabéticos, por ejemplo, el optometrista puede monitorear el estado de la retina y enviarlo al oftalmólogo cuando identifica alguna enfermedad, como la retinopatía.
“Idealmente, tiene que ser un trabajo coordinado entre ambos profesionales”, indicó Rábago.
No se trata de visitar uno u otro, sino que el optometrista puede ser el profesional de primer contacto, insistió.
En México, más de 40 por ciento de la población requiere lentes y ese es totalmente ámbito del optometrista, aclaró Rábago.

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