Perú espera reanudar en 2015 un programa de interdicción aérea de avionetas cargadas con drogas, cancelado hace 14 años, aunque ahora sin ayuda de Estados Unidos, dijo el miércoles el zar antidrogas Alberto Otárola.
El funcionario afirmó, en una conferencia con corresponsales de la prensa extranjera, que el plan para cortar el puente aéreo de exportación de cocaína hasta Bolivia no incluye “una interdicción aérea conjunta con los Estados Unidos… el Perú hace uso de sus propios medios”.
Entre 1995 y 2001 Perú y Estados Unidos derribaron avionetas de narcos que buscaban sacar pasta lavada de cocaína hacia Colombia, lo que permitió bajar los precios de la droga y las hectáreas de cocales. En 2001 se canceló el programa conjunto luego que se derribó por error una avioneta de evangélicos estadounidenses.
Otárola dijo que espera que en marzo el parlamento convierta en ley una propuesta del Ejecutivo para derribar avionetas de narcotraficantes que a diario y en un 85% de casos ingresan desde Bolivia para retornar cargadas con pasta lavada o clorhidrato.
El funcionario afirmó que aunque “el derribamiento es el último recurso”, la Fuerza Aérea de Perú realizará todas las maniobras para que las aeronaves intervenidas en pleno vuelo “vayan a un puerto de aterrizaje”.
Añadió que el proyecto de ley para “interdictar vuelos civiles”, de conformidad con las normas internacionales aéreas, “tiene el consenso de todas las bancadas parlamentarias”.
Otárola, un abogado y exministro de Defensa, afirmó que para poder capturar a las avionetas de narcotraficantes van a instalar y repotenciar con dinero peruano un radar que será instalado en la capital de la región amazónica de Madre de Dios, fronteriza con Bolivia.
“Ese radar va a ser repotenciado con nuestros propios fondos y nos ayudará a hacer una georreferenciación de los vuelos que vienen desde Bolivia…ya tenemos plenamente identificadas las rutas de estos vuelos, ya sabemos por dónde van, ingresan y salen”, comentó.
A fines de 2014 Perú puso en ejecución una serie de obligaciones para los pilotos civiles que vuelan el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro —la zona de mayor producción de cocaína del mundo.
“Todos los vuelos entrantes y salientes dentro de la zona deben reportarse con las jefaturas aeronáuticas de la Fuerza Aérea de Perú, aquel vuelo que no se reporte, será considerado un vuelo ilegal”, recordó el zar antidrogas.
No obstante, los ingresos diarios a Perú de avionetas compradas en Estados Unidos y con matrícula boliviana continúan. Agentes antidrogas peruanos consultados por la AP calculan que en promedio ingresan por año unos mil vuelos de avionetas a Perú. En 2014 los agentes antidrogas peruanos intervinieron 18 narcoavionetas y destruyeron más de 263 pistas de aterrizaje clandestino.
Desde 2012 Perú es el principal productor mundial de cocaína, según la agencia antidrogas estadunidense DEA, y el primer productor global de hoja de coca, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.