Los actos de fiscalización se convirtieron en un “tanque de oxígeno” para las finanzas públicas del país, luego de recaudar un monto histórico de 156 mil 400 millones de pesos en 2014, revelaron cifras del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
La cantidad supera los 37 mil 900 millones de pesos que se captaron un ejercicio antes. Respecto a 2013, las medidas de persuasión contra personas físicas y morales permitieron una obtención de 32% más de recursos.
El fisco echó mano de sus facultades para ser más asertivo a la hora de realizar visitas domiciliarias, revisiones de gabinetes, investigaciones de dictámenes, entre otras acciones.
Los actos de fiscalización fueron de gran importancia en la recaudación del gobierno, sobre todo si se considera que la caída en los precios del crudo y de su producción generó un boquete de 52 mil 377 millones de pesos a los ingresos petroleros.
Además, las auditorías del SAT fueron más redituables que la captación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), que el año pasado permitió una entrada de 11 mil 647 millones de pesos.
En el reporte anual, el SAT detalló que de los 156 mil 400 millones de pesos, que obtuvo por actos de fiscalización, 57 mil 640 millones se obtuvieron como pago referenciado a través del sistema financiero. Los restantes 98 mil 760 millones fueron importes que no ingresan a través del pago referenciado del sistema financiero.
Con los 156 mil 400 millones de pesos se pudo pagar todo el presupuesto aprobado para la Secretaría de Salud, equivalente a 130 mil 265 millones durante el año pasado.
El titular del SAT, Aristóteles Núñez, reconoció que para este año dejarán de molestar a los contribuyentes que sí cumplen con sus obligaciones fiscales, porque serán más asertivos para detectar a quienes no lo hacen. Para expertos, el fisco enfocará una gran parte de sus facultades en los grandes contribuyentes, principalmente transnacionales, además de continuar con las medidas para fomentar una mayor incorporación a la formalidad laboral.
Además, se espera que el órgano recaudador extienda sus facultades en el uso de herramientas tecnológicas para persuadir a los contribuyentes que no cumplen con el pago oportuno de sus obligaciones fiscales.
El administrador General de Grandes Contribuyentes, Óscar Molina Chie, declaró, en una entrevista realizada en diciembre, que la mayor recaudación por actos de fiscalización se debió a una mejora en la eficiencia y la asertividad en las acciones.
Reconoció que los bajos precios del petróleo y su importancia en los ingresos públicos vislumbran un panorama complejo en 2015, por lo que un potencial recaudador se encuentra en los grandes contribuyentes.
“Creemos que podemos recaudar más por las planeaciones fiscales. El mensaje que quiere mandar el SAT es que se va poner las pilas para que los contribuyentes perciban nuestra presencia y que como consecuencia se incremente el pago de impuestos conforme a lo que por ley estos causantes nos deben pagar”, dijo.
Menos vigilante. La recaudación derivada de la vigilancia de obligaciones no tuvo tan buenos resultados en el año pasado.
Según datos del SAT, por esta medida se captaron 24 mil 836 millones de pesos, lejos de los 34 mil 800 millones de 2013.
La vigilancia del cumplimiento de obligaciones incluye facultades para que el fisco recaude a través de las cartas, correos electrónicos, telemensajes, mensajes SMS, requerimientos de entidades federativas.
La persuasión a través de correos electrónicos fue la más efectiva: en 2014 arrojó una recaudación de 13 mil 527 millones de pesos, mientras que los requerimientos dejaron 2 mil 663 millones.
En ese mismo apartado de vigilancia, el SAT incluye a los contribuyentes que se encuentran en riesgo de no cumplir con sus obligaciones fiscales, a quienes avisa de manera preventiva, para evitar que caigan en el incumplimiento de sus obligaciones.
De los 24 mil 386 millones de pesos que se recaudaron por vigilancia, 4 mil 327 millones fueron de los causantes con posibilidad de incumplir. A través de cartas, correos electrónicos, llamadas y una vigilancia profunda la persuasión tuvo un efecto positivo para las arcas hacendarias.

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