En la década de los 50, Reno, bordeada por las montañas de la Sierra Nevada, era la capital de las apuestas de los Estados Unidos. Después, Las Vegas le arrebató el trono aderezando a los juegos con grandes espectáculos artísticos.
“The Biggest Little City in the World” (“La pequeña ciudad más grande del mundo”), dice un famoso arco de luces de neón en Virginia Street. Así se le llamó a este destino por ofrecer diversión a adultos de todo el país en apenas 274 kilómetros cuadrados.
Aunque aún existen el Harrah’s o el Circus Circus, varios de sus grandes hoteles casino cerraron.
Su pérdida de lustre significó una suerte de olvido, pero Reno hoy se ha diversificado tanto que Livability, portal que se encarga de analizar la calidad de vida en la Unión Americana, la ubica entre las mejores ciudades para vivir.
Si antes eran las cartas o las máquinas tragamonedas, ahora sus atractivos son exposiciones, festivales y ferias curiosas, como el primer “Blue Genes Jam”, que se llevará a cabo entre el 2 y el 4 de octubre de 2015.
La celebración, que recuerda que Jacob Davis -un sastre de origen letón y asentado en Reno- colocó remaches metálicos en los jeans, pintará las calles de azul mezclilla. También incluirá un festival de cine con películas de James Dean enfundado en ajustados vaqueros y se realizarán conciertos de rock con bandas internacionales por anunciar.
Otro evento que desde su instauración en 1986 ha colaborado al cambio radical de imagen de Reno es el “Festival Burning Man”, de origen hippie, realizado a una hora en coche desde el centro, en pleno desierto de Nevada. Se llevará a cabo del 31 de agosto al 7 de septiembre. Cada año, el festejo congrega a cerca de 50 mil personas con actividades musicales y artísticas. Lo curioso es que quien asista debe acudir al lugar con todo lo que le permita subsistir durante una semana. No se venderá nada, sólo habrá intercambio.
Reno, además, presume contar con la pared de escalada más alta del planeta. Tiene 50 metros de altura y se localiza en un muro exterior del icónico Whitney Peak Hotel.
Para quien conoce Las Vegas, con su emblemática calle The Strip siempre atestada, sus reflectores llamando la atención por doquier y sus edificios colosales, las calles de Reno suponen un remanso sensorial.
Aquí algunos de sus aproximadamente 230 mil habitantes pasean a sus perros o salen a comer o a comprar en outlets con grandes descuentos, tiendas de antigüedades o boutiques de objetos reciclados.
En las aguas del río Truckee, donde abundan patos y gansos, otros lugareños, por pura diversión, hacen gala de su paciencia al tratar de capturar los peces con sus cañas.
El nuevo rostro con que Reno enfrenta al mundo incluye la Universidad de Nevada, una de las mejores en Medicina e Ingeniería de ese país.

Guía turística

CÓMO LLEGAR
Aeroméxico y Volaris vuelan sin escalas desde la Ciudad de México al Aeropuerto Internacional McCarran de Las Vegas. Monterrey y Guadalajara también cuentan con vuelos directos a Las Vegas con Interjet y Volaris, respectivamente. Desde ahí, en un auto rentado o en tour, se hace un trayecto de casi 2 horas y media hacia el noroeste.
DÓNDE DORMIR
Circus Circus. Uno de los hoteles casino más emblemáticos de Reno. Además del entretenimiento para adultos, tiene un piso dedicado a juegos para niños. Hay cuartos desde 35 dólares por noche (500 pesos).
Siena Hotel Spa Casino. Desde sus habitaciones es posible ver el río Truckee y las montañas Sierra Nevada. Precios a partir de 40 dólares por noche (600 pesos).
DÓNDE COMER
Atlantis Steakhouse
Los mejores cortes de carne de la región se encuentran en este establecimiento que, como detalle, cuenta con un acuario.

Chocolate Bar
Su especialidad son los postres de chocolate, aunque hay buenos platillos para los hambrientos como el pollo satay, servido en brochetas.
MÁS INFORMACIÓN   
www.visitrenotahoe.com

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *