Faltan más de dos meses para que se lleve a cabo la pelea entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather Jr. y ya empezaron las fanfarronadas. El gimnasio donde entrena el filipino es resguardado por guardias armados y ha habido intentos de distraer a su sparring. Todo para darle más sabor a ese combate estelar.
Freddie Roach está en Macao para una pelea de campeonato en la que participará Zou Shiming, pero está haciendo mucho ruido antes de volver a Los Ángeles el domingo para preparar a Pacquiao para su pelea contra Mayweather. Las fanfarronadas son una tradición vieja, como Roach, quien parece interesado en avisar al equipo de Mayweather que los días previos al duelo serán tan intensos como el combate mismo.
“Floyd es tan irrespetuoso”, dijo Roach vía telefónica desde China. “Manny es el modelo a seguir para esta pelea y Mayweather no. Le dije a Manny que debemos vencerlo en nombre de todo el mundo. No hay forma de que no ganemos esta pelea”.
Perdonen a Roach si se ha apresurado con las palabras, pero apenas se está calentando. Tiene que hacerlo porque cumple un papel doble, es el entrenador pero también el provocador en jefe de Pacquiao, quien tiende a contenerse y no hace declaraciones explosivas acerca de sus rivales.
Faltan dos meses para el encuentro. Los productores de televisión no han empezado siquiera a pensar en los giros que tendrá la historia que se desarrollará entre el gimnasio de Hollywood donde Pacquiao practica y la guarida del equipo Money en Las Vegas.
Por eso Roach, a quien se reconoce ampliamente como el mejor preparador del boxeo, se ha preocupado de alimentar la expectativa por el combate.
No parece preocupado por Mayweather y cree que a los 38 años de edad ha perdido velocidad. Cree que, atraído por la magnitud de este choque, puede tratar de hacer cosas que lo meterán en problemas.
“Las piernas de Floyd no se mueven con la velocidad con que lo hacían antes”, dijo Roach a The Associated Press. “Es muy inteligente, pero la pelea es tan importante que quizá él crea que debe arriesgarse e intercambie golpes. Si lo hace, es lo mejor que puede haber para Manny”.
Si el desenlace se define en las esquinas, Roach cree que Mayweather estará en problemas al seguir las instrucciones de su padre, Floyd Sr., quien se hizo cargo de la preparación de su hijo relevando a su tío, Roger Mayweather, el año anterior.
“Enfrentarme a Floyd padre es un poco decepcionante”, dijo Roach. “En realidad no es muy bueno, especialmente durante el combate en sí. Una de nuestras ventajas es que él esté en la esquina”.
Ambos contendientes estarán juntos el próximo miércoles por única ocasión antes de la pelea para promover un duelo que en realidad requiere poca promoción. Es de esperar que Floyd padre diga un poema en el que prediga la victoria de su hijo y que Roach eleve la intensidad de sus bravatas.
Peleas de tanta importancia no son extrañas para ninguno de los combatientes, pero esta ya ha mostrado que será diferente. La expectación ha llegado a grados de histeria en los círculos del boxeo y el ruido por uno de los enfrentamientos más importantes de la historia no mengua.
Para manejar ese frenesí Roach contrató a siete guardias armados que vigilas el gimnasio Wild Card en Hollywood, donde en otra ocasiones la gente se arremolinaba en el estacionamiento para ver aún fuera fugazmente a Pacquiao y cualquiera con alguna clase de vínculo con él podía colarse a los entrenamientos.
Ese no es el único cambio que se ha hecho en el bando de Pacquio para una pelea que, muy probablemente, definirá su carrera.
En lugar de hacer sus prácticas iniciales en su natal Filipinas, entrenará todo el tiempo en el sur de California. Hará menos asaltos de práctica, de 90 a 95 vueltas, en vez de las 150 tradicionales porque tiene 36 años y Roach quiere que sus piernas se mantengan descansadas.

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