Un hombre de 85 años que vive en un suburbio de Cleveland dice que su casa ha sido atacada con huevos varias veces a la semana durante un año y que la policía no ha podido resolver el caso, pese a haber montado vigilancia, hablar con vecinos, instalar una cámara de seguridad e incluso examinar las cáscaras.
El dueño de la casa y la policía de Euclid sospechan que los huevos han sido lanzados desde un sitio a una o dos cuadras, reportó Northeast Ohio Media Group (http://bit.ly/1BNXAZj ).
Albert Clemens Sr. dijo que el responsable tiene una “puntería fenomenal”, pues lanza cinco o seis huevos a la vez y a menudo acierta en la puerta frontal de la casa verde de dos pisos que él y su difunta esposa compraron hace casi seis décadas. Los ataques nocturnos a veces suenan como disparos cuando los huevos se estrellan contra el revestimiento de aluminio, dejando restos que dañan la pintura, dijo.
Clemens solía limpiar cada vez que ocurrían los ataques, pero dejó de hacerlo a causa de la frecuencia. Su compañía de seguros no pagará hasta que la policía capture al vándalo o los vándalos, así que Clemens tiene que esperar para hacer reparaciones.
El hombre se niega a mudarse de la casa que comparte con su hijo y su hija, en una esquina a menos de una milla de la estación de policía. “Yo vivo y muero en esta casa, pero ha sido una pesadilla”, dijo Clemens al Media Group.
La policía no ha identificado sospechosos ni un posible motivo, aunque tiene sospechas.
“Alguien está profundamente furioso con alguien en esa casa, por alguna razón”, dijo el teniente Mitch Houser.
La policía rastreó el origen de los huevos a una granja Amish local, pero tratar de tomar huelas dactilares en las cáscaras resultó inútil, porque las proteínas de huevos destruyen el ADN. Entrevistas puerta a puerta con vecinos tampoco arrojaron resultados y una recompensa de 1,000 dólares por información tampoco lo ha logrado.
“La personas o las personas que lo están haciendo al parecer no le dicen a nadie”, dijo Houser. “Yo me imaginaría que sería difícil mantener en secreto algo que se ha hecho centenares de veces”.
La policía ha empleado centenares de horas en la investigación, pero su participación en el caso no ha sido disuasiva. Una vez, un huevo se estrelló en el pie de un policía mientras escribía un reporte del vandalismo.
Los ataques han sido menos en el frío invernal, pero Clemens y la policía anticipan que van a aumentar con el aumento de la temperatura.
“No vamos a cejar”, dijo Houser. “Vamos a seguir investigando hasta que descubramos algo”.

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