La destrucción deliberada de herencias culturales como la del sitio arqueológico en Nimrud, Irak, por parte del grupo Estado Islámico es un acto de “limpieza cultural” que equivale a un “crimen de guerra” y algunas de las estatuas grandes del lugar han sido sacadas en camiones, probablemente para su venderlas ilícitamente, denunció el viernes la directora general de la UNESCO.
En una entrevista con The Associated Press, la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, describió su reacción enfurecida al ataque del jueves, una semana después que un video mostró a extremistas del Estado Islámico destruir con mazos artefactos antiquísimos en un museo de Mosul.
“Le decimos limpieza cultural porque, desafortunadamente, hemos visto una aceleración de la destrucción de la herencia como una guerra deliberada”, dijo Bokova, quien agregó que el ataque es parte de una “visión abominable” más amplia de persecución de minorías en la región y declaró que los ataques a la cultura son ahora una preocupación de seguridad.
“Ya no es un lujo”, dijo Bokova.
El gobierno iraquí dice que extremistas islámicos “arrasaron” el jueves el conocido lugar arqueológico en la antiquísima ciudad del norte de Irak con vehículos militares pesados.
Bokova dijo que las autoridades de la ONU dependen de imágenes de satélite de la ciudad destruida para evaluar los daños, porque la peligrosa situación de seguridad imposibilita que personal se acerque al lugar.
Sin embargo, dijo que autoridades han visto imágenes de algunas de las estatuas grandes del sitio “cuando las cargaban en camiones, así que no sabemos dónde están”. Se las llevaron posiblemente para “tráfico ilícito”, agregó.
Las autoridades han visto fotos de símbolos destrozados del antiguo reino asirio, con la cabeza de un hombre y el cuerpo de un león o un águila. Bokova dijo que esos artefactos y otros en el sitio tienen un valor incalculable.
“El simbolismo de esto: (los artefactos) están incluso en algunos textos sagrados, se mencionan en la Biblia”, dijo. “Todo esto es un acto abominable de destrucción”.
Agregó que antes del ataque, la UNESCO se estaba preparando para incluir a Nimrud en su lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. La ciudad fue la segunda capital de Asiria, un reino que se asentó alrededor del año 900 antes de nuestra era y se volvió una gran potencia regional. Se considera que el descubrimiento de tesoros en tumbas reales en la ciudad durante la década de 1980 uno de los hallazgos arqueológicos más significativos del siglo XX.
Bokova denunció “este caos cultural” y dijo que había alertado al secretario general Ban Ki-moon y al fiscal de la Corte Penal Internacional.
La funcionaria agregó que planea reunirse también con la Interpol, grandes instituciones culturales como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, casas importantes de subastas y los países vecinos de Irak en un intento por detener el tráfico ilícito de los objetos desde Nimrud.

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