Javier Padilla, de 63 años, sacaba a pasear a su perrita Wanda antes de perder sus piernas debido a problemas de circulación por la diabetes; por su enfermedad, pasó cuatro años en cama, y en ese tiempo su hija paseaba a Wanda. Ahora que ya se recuperó, apoyado por una silla de ruedas, don Javier vuelve a sacar a su pequeña perrita a dar cuatro vueltas en el parque que está frente a su casa en la colonia Naranjos; él diseñó y creó la pechera que porta Wanda con la cual ejercita sus piernas, pues en momentos ella jala la silla donde va su amo.
Inseparables aún en la enfermedad
Javier Padilla, de 63 años, sacaba a pasear a su perrita Wanda antes de perder sus piernas debido a problemas de circulación por la diabetes.