El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, asistió en enero a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en Costa Rica, acompañado de una comitiva familiar. Para el evento el Mandatario nombró a su mujer, Rosario Murillo, como “canciller en funciones de Nicaragua”, y a dos de sus hijas, Camila y Luciana, como asesoras presidenciales, mientras que el mayor, Rafael, asistió como ministro. Con este viaje familiar el mandatario, llamado “Comandante Ortega”, dejaba en evidencia a nivel internacional una de sus prácticas comunes desde que regresó al poder en 2007, el nepotismo como política de Estado.
Desde que asumió la Presidencia, tras casi dos décadas en la oposición, Ortega nombró a su esposa como vocera del Gobierno, a cargo del pomposo Consejo de Comunicación y Ciudadanía, cuyas funciones van desde el manejo de la publicidad estatal, el control de la información pública y los medios de comunicación, la administración del día a día del Estado (Murillo pone y quita ministros), el manejo de las campañas electorales del Frente Sandinista (el partido gobernante, dominado por la familia Ortega), la organización de los eventos públicos del Presidente, el recibimiento de visitas oficiales extranjeras…, hasta el manejo de emergencias nacionales, como sucedió el pasado abril, cuando una serie de fuertes sismos sacudieron el País.
Con su nuevo nombramiento, la Primera Dama parece dispuesta a dictar hasta la política exterior de Nicaragua, en detrimento del canciller oficial, el sandinista Samuel Santos.
Gobierna Daniel Ortega “en familia” a Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, asistió en enero a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en Costa Rica, acompa