Frente a las presiones del Comité Olímpico Internacional (COI), el gobierno de Río de Janeiro sumó la ayuda de un instituto holandés de alta tecnología para mejorar las tareas de recolección de basura que flota en la Bahía de Guanabara, sede de las pruebas de vela de los juegos de 2016.
Los investigadores crearon un sistema que fue anunciado esta semana y que recoge datos meteorológicos y de condición del agua, y posiblemente imágenes de video y fotográficas en tiempo real para pronosticar lugares donde se acumula y de desplaza la basura. La plataforma financiada por el gobierno holandés fue desarrollada por Deltares, una fundación que se especializa en hidrología con sede en Delft, Holanda.
Joao Rego, líder del proyecto, dijo que el sistema simula las trayectorias y proporciona una visión general para planear con más eficiencia y facilidad las operaciones de los barcos recolectores de basura.
“Nosotros proporcionamos información que se puede utilizar de la mejor forma posible y luego les toca a las autoridades locales implementar medidas de mitigación”, dijo Rego en una entrevista con The Associated Press.
La contaminación en la bahía se ha convertido en un tema controversial de cara a los Juegos Olímpicos. Reducir el flujo de contaminantes para lograr limpiar un 80% de Guanabara fue una promesa del gobierno de Brasil para ser sede de las olimpiadas. Sin embargo, los críticos dicen que a pesar de la atención que obtendrá Río de Janeiro durante las competencias, el gobierno podría perder la oportunidad de descontaminar la gran bahía de 380 kilómetros cuadrados, ya que no ataca las causas del problema: el tratamiento de aguas residuales.
Por ahora, la recuperación de la basura flotante es la prioridad para que atletas no se topen con bolsas de plástico o animales muertos mientras compiten.
Antonio da Hora, un subsecretario del medio ambiente de Río de Janeiro, dijo hace unos días que no existe información detallada que guíe a las embarcaciones que recogen la basura. Otros equipos llamados “eco-barreras” —redes que detienen los residuos de las casas en los ríos antes de que lleguen a la bahía— han sufrido recortes debido al financiamiento de los botes que recolectan la basura.
El gobierno holandés firmó esta semana un acuerdo con el gobierno del estado de Río de Janeiro para poner en marcha el sistema que monitorea los residuos sólidos. Otras empresas holandesas también visitaron Río de Janeiro esta semana en una misión de investigación patrocinada por su gobierno para proponer soluciones al problema de residuos en las aguas.
Rego dijo que el sistema de pronóstico residual puede llegar a ser tan preciso como Brasil aspire, ya que depende de la información que los investigadores e ingenieros reciban de los gobiernos locales en los 15 municipios que rodean la bahía. El instituto espera mejorar el sistema en las próximas semanas para realizar un seguimiento en tiempo real que ayude a monitorear con más exactitud los lugares donde la basura se está acumulando.
“Hay mucha información muy buena sobre qué tipo de basura proviene de cada río,” dijo Rego. “Es un software que esperamos tenga un impacto en la toma de decisiones porque estamos plasmando la realidad, y es más evidente si está en tu pantalla todos los días.”
Los ecologistas no tienen muchas esperanzas de que la tecnología resuelva el problema de contaminación en la bahía porque dicen que monitorear la basura no soluciona el problema de raíz que es la depuración de las aguas residuales.
“Prometieron una serie de legados ambientales”, dijo Mario Moscatelli, un biólogo crítico de los problemas ambientales del gobierno. “No se trata de dinero, no se trata de tecnología, sino de voluntad política.”
Gobierno de Río de Janeiro suma a holandeses para limpieza de bahía
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