El presidente ruso, Vladimir Putin, reapareció ayer en San Petersburgo tras 11 días sin comparecer en público, una ausencia muy poco común que había despertado todo tipo de rumores. Su regreso, con motivo de una reunión con su homólogo de Kirguistán, Almazbek Atambáev, vino acompañado de una demostración de fuerza, que coincide con el primer aniversario de la anexión de Crimea a Rusia.
Si un día antes, Putin había afirmado en un documental que estaba preparado para poner en disposición de combate el arma nuclear durante la operación en Crimea, ayer lunes ordenó poner en alerta de combate en el Ártico a la Flota del Norte, a varias unidades del Distrito Militar Occidental y a las tropas aerotransportadas, 40 mil soldados en total.
Aunque las maniobras forman parte de las comprobaciones que periódicamente realiza el Kremlin para verificar la capacidad combativa de sus fuerzas y no son las de mayor envergadura de los últimos años -en 2013 movilizó a 160 mil soldados- la operación se enmarca en el aumento ruso tanto del número como de la envergadura de los ejercicios militares que realiza. Según reconoció el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, la orden de Putin es una respuesta a “los nuevos retos y amenazas a la seguridad” del País. No es un secreto que el Ministro se refería con ello a los avances de la OTAN y a sus maniobras cerca de las fronteras rusas.
Reaparece y enseña “músculo”
El presidente ruso, Vladimir Putin, reapareció ayer en San Petersburgo tras 11 días sin comparecer en público, una ausencia muy poco común que había d