El primer ministro británico David Cameron ofreció disculpas el miércoles a miles de pacientes que fueron infectados con sangre contaminada en las décadas de 1970 y 1980.
Unas 2.500 personas resultaron contagiadas con el virus de la hepatitis B y con el del VIH presentes en productos de sangre contaminada emitidos por el gobierno de 1970 a 1991. El escándalo ha sido llamado el peor desastre en tratamientos médicos en la historia del sistema de salud pública de Gran Bretaña.
Cameron se disculpó después de que se completara una investigación oficial efectuada durante seis años. En la pesquisa se afirmó que se debió haber hecho más para revisar la sangre y a los donantes a principios de la década de 1990, y que la recolección de sangre de prisioneros debió haberse suspendido antes.
Sin embargo, concluyó que hubo pocas cosas que podrían haber sido manejadas en forma distinta, y que una vez que había surgido el riesgo del VIH, “todo lo que razonablemente podía hacerse se hizo”. Ofreció una sola recomendación: que cualquiera que recibió una transfusión sanguínea previa a 1991 sea examinado en busca del virus de la hepatitis C.
Las familias de las víctimas reaccionaron con indignación, y algunas consideraron que la investigación es una “tapadera”. Manifestantes quemaron una copia del informe afuera del Museo Nacional de Escocia en Edimburgo, donde fue presentado.
“Había muchas esperanzas de que, como se llevó tanto tiempo, ya tendríamos algunas respuestas ahora, y no creo que tengamos ni una sola respuesta de lo que se dijo allí”, afirmó el manifestante Glenn Wilkinson.
David Cameron ofrece disculpa por escándalo de sangre contaminada
El Primer Ministro británico ofreció una disculpa a las personas que se les donó sangre y fueron contagiadas con Hepatitis B o VIH entre 1970 y 1991.