“Uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única” (Jorge Luis Borges)
Para Jazmín Morales Estrada, no existe un hombre igual a su gran amor, Agustín Galván Coro, y para Agustín, no hay mujer más perfecta que su amada Jazmín.
Ese inmenso amor recibió la bendición de Dios a través del sacramento del matrimonio.
Dice una frase de San Jerónimo que la cara es el espejo del alma y los ojos confiesan en silencio los secretos del corazón, y así fue, amigos y familiares de los enamorados fueron testigos de esa importante confesión de amor.
Ante el altar del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, lleno de nervios, feliz pero más enamorado que nunca, así espero Agustín al amor de su vida, quien al compás de la marcha nupcial llegó hasta sus brazos.
Frente a frente, el secreto de Jazmín y Agustín quedó al descubierto, pues sólo el verdadero amor es capaz de manifestarse de la forma en que la bella pareja lo expresó.
Convertidos en esposos para toda la vida, las felicitaciones para Agustín y Jazmín no se hicieron esperar, los primeros en colmarlos de abrazos y buenos deseos, fueron sus padres.
Por parte de Jazmín, Alicia Estrada y Manuel Morales, felicitaron a su hija por el inicio de una nueva etapa.
Agustín Galván y Rosaura Coro, se mostraron felices de saber que su hijo encontró a una buena mujer con quien compartir su vida.
Más tarde, los ahora esposos disfrutaron de una elegante recepción en Ex-Hacienda San Miguelito, lugar al que acudieron sus seres queridos.

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