A casi cuatro años de que don Raúl Pérez Romero ingresó a las filas de los Ángeles Viales de Tránsito Municipal, aún sigue en la ardua labor de resguardar la seguridad de peatones.
Su tarea es vigilar el cruce de las calles Heriberto Jara, Leona Vicario y Constituyentes de 1857, calles próximas a la preparatoria Mártires de la Reforma y la primaria Arnulfo Ávila.
Don Raúl cubre dos turnos como ángel vial. En punto de las 6:30 horas ya debe estar en sus labores; el otro turno comienza al mediodía cuando salen de clases los estudiantes.
Su labor vigilante
El ángel vial dijo sobre su trabajo que “ni es fácil, ni difícil,”, pero sí satisfactorio ya que a pesar de su avanzada edad aún puede brindar servicio a la ciudadanía.
Pese a su labor de salvaguarda, frecuentemente debe batallar con algunos conductores que hacen caso omiso a sus indicaciones, pasando a alta velocidad a pesar de ser una zona escolar.
Debido a esto, el ángel vial expresó “me gustaría que las personas, mostraran más respeto hacia el trabajo que realizamos los ángeles viales día con día, ojalá todos pusiéramos de nuestra parte, así sería más fácil lidiar la vida diaria”, refirió.
Para los alumnos que diariamente transitan por esta zona en específico, hizo un llamado para que tomen conciencia de lo importante de estar alerta en la calle, según dijo en varias ocasiones ha observado que los muchachos pasan de un extremo al otro sin fijarse y con los audífonos puestos.
Afortunadamente no se ha registrado ningún incidente en la zona, pero don Raúl prefiere prevenir con recomendaciones.