Por cuatro años, jóvenes indocumentados en Nueva York lucharon por una iniciativa que les permitiría acceder a financiamiento para sus estudios universitarios.
Pero, pese a una huelga de hambre de más de 50 sin papeles arrancada la semana pasada, un último intento por impulsar la medida fracasó por la intransigencia de legisladores republicanos.
Los indocumentados suspendieron ayer el ayuno, aunque prometieron renovar su empuje por que sea avalada la ley.
“Mi cuerpo está cansado. Siento que estoy lenta y se me olvidan cosas, (pero) vamos a seguir luchando”, dijo Guadalupe, una mexicana de 18 años oriunda de Texcoco, que durante una semana sólo ingirió agua y comió goma de mascar.
“El sentimiento de que todos me apoyan me hizo ver lo importante que es ésto, no sólo para mí, sino para los demás que tienen miedo de hablar por su situación (migratoria)”, comentó.
La ley -una versión estatal del “Dream Act” federal que tampoco prosperó en 2010- permitiría a 4 mil 500 migrantes indocumentados que han estudiado hasta la preparatoria acceder a préstamos y ayuda financiera, asistencia ya provista en estados como California, Texas, Nuevo México y Minnesota.
Según estimaciones de la Coalición Inmigratoria de Nueva York (NYIC, según sus siglas en inglés), entre el 90 y el 95% de los jóvenes indocumentados que viven en Nueva York y que se graduarán este año de preparatoria no podrán asistir a la universidad porque no podrán pagarla.
El resto tendrá problemas para completar sus estudios debido a la falta de apoyo financiero.
Aunque ya había sido aprobado por la Asamblea estatal -de mayoría demócrata-, el “Dream Act” al final no fue siquiera debatido en el Senado -controlado por republicanos-.
El Gobernador Andrew Cuomo desistió así el fin de semana de incluirlo en el presupuesto, pese a que antes esperaba que, al atar la medida migratoria a la renovación de las partidas, el Senado tendría que apoyarla.
Al final, el Gobernador no consiguió los votos necesarios, y sacrificó el “Dream Act” para poder tener financiamiento.
Además de la ley migratoria, quitó una propuesta de alza salarial y reformas como aumentar la edad de responsabilidad penal de 16 a 18 años.
El acuerdo causó frustración entre organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes.
“Si algo nos ha demostrado (Cuomo) en los años que lleva de mandato es que es un gran estratega político, y esperábamos que con eso se asegurara que el ‘Dream Act’ estuviera en el presupuesto”, lamentó Javier Valdés, codirector ejecutivo de Make the Road New York, grupo de activismo promigrante.
Cuomo dijo que seguirá luchando por la ley, pero activistas migrantes temen que como una medida separada -no atada al presupuesto- tampoco podrá prosperar en la Legislatura.
Falla NY a Dreamers
Fracasa ayuno de indocumentados que buscaban recursos del presupuesto.