Despiden al Dr. Alfonso Ortiz

A la edad de 89 años fallece el doctor Alfonso Ortiz González, conocido en las ciudades de Purísima y San Francisco del Rincón como hombre de valores, con fiel apego a su ética profesional y a su servicio en pro de las personas que más lo necesitaban.
Familiares, amigos y conocidos se dieron cita la tarde de ayer para despedir al Doctor, en una ceremonia religiosa que se realizó en la parroquia de la Purísima Concepción, en la zona centro de Purísima del Rincón.
Reconocido por ser el “Doctor de todos”, pionero en la atención médica que se ofreció en Purísima, la gente de la ciudad y de sus alrededores lo tenía en alta estima. A unos días de cumplir 90 años, dejó el plano terrenal un hombre valioso por ser ejemplo de valores entre los que distinguían su sencillez, compasión, y su compromiso. Es por ello que fue y seguirá siendo apreciado por aquellos que en algún momento formaron parte de su vida.
Alfonso Ortiz González nació el 29 de abril de 1925, originario del estado de Michoacán, fue en 1952, ya como médico, que llegó a vivir a la ciudad de Purísima en donde abrió su consultorio. En esta ciudad contrajo matrimonio y formó una familia. Amó su profesión, amó la ciudad y a su gente.
Sirvió a la ciudadanía, primero como médico, luego como profesor de Geografía en la Secundaria Oficial “Dr. Vicente Frausto Alcaraz”, en San Francisco del Rincón, a lo largo de 30 años hasta jubilarse en 1995. En 1978 se integró en la creación de la secundaria oficial “Maestro Fortino López Robles”, en donde impartió Biología por 17 años. Además fue distinguido por su labor altruista como miembro del Club de Leones.
Con el paso del tiempo, a la edad de 84 años, dejó de ofrecer consulta médica por cuestiones de salud. Y a pesar de que cambió su residencia a la ciudad de León, visitaba a sus amigos constantemente en Purísima, pues siempre expresó su aprecio por la gente de esta ciudad.
En 2013 recibió un homenaje por sus 50 años de servicio, por parte de la presente administración. Todavía hasta hace un año pedía a sus hijos que lo trajeran a Purísima a tomar su café con los amigos. Ayer dijo adiós, sin embargo hoy deja en muchas personas gratos recuerdos.