En el Barrio de San Miguel, un grupo de 100 personas están listas para representar el víacrucis, una tradición de más de 80 años en Celaya que en esta ocasión estuvo en riesgo de realizarse a raíz de pérdidas económicas.
Arturo Gallardo Manríquez, uno de los organizadores, explicó que aunque ya cuentan con material para la representación, necesitan reunir al menos 20 mil pesos para contratar equipo de sonido así como gastos extras.
Este año, como en los cuatro anteriores, organizaron una función de lucha libre que les fue suspendida justo cuando los luchadores Sor Yeye, El príncipe Otomí, El Toro, entre otros, estaban a punto de subir al ring.
“Ya teníamos 4 años organizando luchas, desconocíamos que para este año debíamos de pedir permiso y ya en el último momento llegaron varios elementos de Fiscalización a interrumpir la función. Les explicamos que era un evento familiar, sin venta de bebidas alcohólicas y que era para beneficio del vía crucis, pero no nos valió y en vez de ganar perdimos porque se tuvo que pagar renta del ring, sillas, publicidad, de todo”.
El organizador, quien ha participado por 40 años también como actor, comentó que el ánimo de los habitantes del barrio y el de los comerciantes pudo más que las dificultades, pues empezaron a cooperar para salvar la tradición.
“Siempre procuramos agregar o mejorar detalles este año vamos a tener dos palacios nuevos que serán los de Herodes y Pilatos, un tercer palacio es el de los sumos sacerdotes. Hemos visto que vienen más personas, en parte creo que porque ya no salen tanto de vacaciones y ven como una opción quedarse y disfrutar de las tradiciones que ofrece el barrio”.

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