Rodríguez volvió a jugar, Cristiano Ronaldo a golear y disfrutar y el Real Madrid a ganar el sábado, cuando tumbó por 9-1 al Granada en la liga española con cinco dianas del portugués para acercarse a un punto del Barcelona, que defiende su liderato de la clasificación al cierre de la jornada en cancha del Celta de Vigo.
Cristiano marcó a los 30, 36, 38, 54 y 89 minutos, consiguió el primer quinteto de su carrera y dejó su cuota como máximo cañonero actual en 36 goles, mejorando los 32 del barcelonista Lionel Messi. “Feliz por los cinco goles y el excelente trabajo del equipo”, expresó en las redes sociales el portugués, quien mantiene su silencio ante los medios tras sentirse criticado semanas atrás.
Gareth Bale abrió la cuenta colectiva a los 25 minutos por el Madrid, y Karim Benzema la amplió con otras dos dianas a los 52 y 56, mientras que James brilló en calidad de canalizador del juego tras 60 días de baja por lesión.
“Estamos preparados para ganar todo, tenemos talento y fe. Estoy feliz, creo que hice un buen partido”, dijo James.
En ausencia del colombiano, el equipo que llegó a ganar 22 encuentros seguidos esta temporada presentó un pobre balance de cuatro victorias, un empate y cuatro derrotas que le apeó de la cima de la tabla de posiciones.
El Barsa se mantiene líder con 68 puntos por los 67 que tiene el Madrid por la 29na fecha, que vio al Granada hundirse en la zona del descenso, pendiente de lo que hagan rivales directos como el Deportivo La Coruña, rival en la tarde del Getafe. Las dos otras anotaciones de la histórica paliza correspondieron al conjunto andaluz, con un único tanto de Robert Ibáñez (74) y gol en contra de Diego Mainz (83).
“En la primera mitad hemos acabado el partido y en la segunda hemos disfrutado”, resumió el técnico ganador, Carlo Ancelotti. “Cristiano está mejorando, como el equipo, que está muy bien. Esto va a ser bueno para todos. James ha tenido un gran partido, verticaliza mucho el juego y no se notó que estuvo fuera dos meses”.
El abultado resultado dejó al Madrid a solo tres goles del récord histórico de la liga, que registró su mayor goleada en la temporada 1930-31, cuando el Athletic de Bilbao apabulló 12-1 al Barsa con siete dianas de Agustín Sauto Arana “Bata”.
La jornada se completa con el cotejo Valencia-Villarreal.
El Granada amagó con competir en el arranque pero pronto bajó la cabeza ante el poderío del Madrid, bien asentando en torno a Toni Kroos y engrasado en los volantes, con Luka Modric y James oficiando de puñales, ganando con facilidad la espalda de los mediocampistas visitantes y sirviendo balones jugosos para los delanteros.
Cuando ha tenido ocasión de jugar de inicio, el trío madridista ha solventado con victoria los ocho partidos disputados, y el Granada no fue la excepción. James no pareció acusar su inactividad, Cristiano anunció su presencia con un zapatazo y los visitantes se acercaron a su vez al gol en un disparo cruzado de Ibáñez. Con la bala extraviada se acabaron las esperanzas del equipo andaluz, que perdió una pelota ante la presión de James y vio como Kroos habilitaba a Bale, veloz, potente y hábil en el desborde sobre Olazábal antes de empujar a la red.
El tanto del galés sepultó al Granada y activó a Cristiano, quien agradeció una estupenda dejada de zurda de James en el área con un derechazo al poste más lejano del portero granadino. Abierta la cuenta particular, el portugués tampoco desaprovechó la ocasión de asaltar el trono de máximo cañonero y, tras recibir nuevamente del colombiano, combinó con Marcelo para subir el segundo, facilitado por un mal rechace de Olazábal.
Desquiciado como el resto del cuadro rojiblanco, el portero volvió a evidenciar su tibieza en el siguiente tanto de Cristiano, autor del violento zapatazo que dobló las manos del granadino y la escasa voluntad competitiva del equipo rojiblanco.
Apenas un mísil al travesaño de Youssef El-Arabi inquietó a Iker Casillas, espectador de lujo de la ampliación de la goleada tras el descanso, cuando Benzema controló y empalmó de volea un saque de esquina servido por James, Cristiano empujó el sexto facilitado por Bale, y Benzema celebró su particular doblete ante la falta de intensidad de la defensa del Granada e infortunio de su arquero.
El portugués pudo ampliar su zurrón nuevamente a pase de Bale, pero apuntó fuera y fue el Granada el que subió el llamado gol del honor al contragolpe y por vía de Ibánez.
Pero al castigo le faltaban el tanto en contra de Mainz intentando evitar el noveno de Cristiano, que llegó más tarde de cabeza, tras tiro libre de Modric.

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