El cuerpo ya pide playa y en México las opciones sobran, sin embargo, sólo 11 cuentan con el distintivo internacional Blue Flag para la temporada 2014-2015.
Chac Mool, Delfines y Las Perlas, en Quintana Roo; El Chileno y Palmillas en Baja California Sur; Icacos, El Palmar I y El Palmar II en Guerrero; Nuevo Vallarta Norte en Nayarit, Chahué en Oaxaca y Palmares en Jalisco son las que hasta ahora forman parte del programa creado hace 30 años en Francia por el Foundation for Environmental Education (FEE).
“Lo más importante es que una playa Blue Flag tiene la garantía de que te ofrece un aprovechamiento sustentable, es decir, con el menor impacto ambiental posible”, explica Joaquín Díaz, coordinador nacional Blue Flag.
Para la temporada 2015-2016, que inicia el 1 de julio, hay 21 playas inscritas al proceso de evaluación, algunas para renovar el distintivo. Los resultados se darán a conocer a finales de abril o a más tardar a principios de mayo, una vez que el jurado internacional emita el fallo sobre la evaluación que se hace del cumplimiento de 33 criterios divididos en cuatro rubros: calidad del agua, manejo ambiental, educación ambiental y seguridad.
La infraestructura de esta playas es clave: estacionamiento, regaderas, sanitarios y accesos para personas con discapacidad.
“Al menos una playa en cada municipio debe tener acceso total, es decir, rampas adecuadas, acceso a los baños, regaderas y acceso al agua por medio de sillas anfibias”, detalla el coordinador de Blue Flag en México.
En el País, Pronatura México -la operadora a nivel nacional del programa- prepara las candidaturas con los postulantes y las presenta a un jurado nacional integrado por la Secretaría de Turismo, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y el Centro Mario Molina.
Las propuestas del jurado nacional se envían al internacional, el cual decide si se otorga o no el distintivo y posteriormente hace la notificación.
En México, el primer distintivo se otorgó en junio de 2013 y desde entonces se ha trabajado sólo con playas abiertas al público.
¿A dónde ir?
Joaquín Díaz, coordinador nacional Blue Flag, destaca algunas características de las playas con el distintivo, para las próxima vacaciones:
El Chileno, en Baja California Sur. Familiar, de oleaje tranquilo y muy visitada. Tiene más de 10 años implementando medidas sustentables.
Icacos, en Guerrero. Un clásico acapulqueño; es céntrica y tiene todos los servicios turísticos que propone el puerto.
El Palmar I y II, en Guerrero. Es casi una misma playa, perfecta para ir con una sombrilla y una hielera o para practicar surf, por su oleaje inquieto.
Palmares, en Jalisco. Las modificaciones se hicieron respetando el medio ambiente, incluso, dice el experto, se está regenerando la flora y la fauna.
Nuevo Vallarta Norte, en Nayarit. Presume un club de playa con alberca. Aunque éste tiene un costo extra, las instalaciones en general son de muy alta calidad.
Chahué, en Oaxaca. Es una de las favoritas de Joaquín Díaz, coordinador nacional Blue Flag, en México, por su atractivo natural y oleaje apacible. Está en Huatulco.
Delfines, Quintana Roo. En Cancún, es imprescindible por su mirador, tiene Internet inalámbrico y juegos para niños.