A Maribel le extirparon un seno la mañana del viernes, eran las 4 de la tarde y aún seguía en la misma camilla donde la atendieron después de la operación; Don Rafael corrió con la misma suerte sólo que a él lo operaron de la próstata, sin embargo quedó con secuelas del cáncer.
Ambos tuvieron que esperar horas para que en la Unidad de Medicina Familiar 49, los pudieran pasar a un cuarto a descansar, esto debido a que no hay disponibilidad de camas.
Los familiares de los enfermos, relataron que son días enteros los que han visto a muchas personas que no son atendidas por falta de espacio, otros que sus familiares optan por llevárselos para que sean atendidos en el servicio particular y unos más que al paso del tiempo mueren por la falta de atención.
Esta situación fue denunciada por un grupo de empresarios que entregaron al gobernador Miguel Márquez una carta donde denuncian varias anomalías que ocurren en el Seguro Social y que se les hace injusto el trato, sobre todo por las grandes cantidades que pagan por que se les de la prestación a sus empleados.
Uno de los puntos que los empresarios aseguran que ocurre, es que de seis salas que se tienen para quirófanos, sólo cuatro funcionan en condiciones operables.
Otro punto es que de 184 camas que hay, sólo funcionan 126 por la falta de colchón, sin embargo la capacidad estimada debería ser de al menos 250 camas en uso.
También denunciaron que de las cuatro camas que hay para cuidados infantiles, sólo tienen un monitor. También se carece de un cardio-tocógrafo para las mujeres que darán a luz.
Denunciaron que los médicos optan por practicar cesáreas, en lugar de realizar partos, por la comodidad que representa a pesar del alto costo que implica para el instituto y el riesgo que conlleva a la paciente.
Además reportaron al Gobernador que las instalaciones, así como los aparatos en general tienen 15 años de años de retraso, y que las instalaciones del Anexo el Carmen se está cayendo.
Para hablar de todos los puntos anteriores, se buscó a los directivos de la institución, pero se negaron hablar del tema.
Mientras las autoridades se niegan a hablar abiertamente de la problemática que atraviesa el instituto, los pacientes relataron que no hay cómodos, y en su lugar las enfermeras parten botellas de suero o agua para que ahí se coloque la orina, el vómito o la sangre, o en su defecto se les da una bolsa o hasta una sábana.
En el interior de los cuartos, no hay espacio para que siquiera se sienten los familiares de los pacientes; además de las pésimas condiciones de salubridad.
También en el área de Urgencias faltan camillas para la atención de los pacientes y no se atiende a todos, pues depende de la gravedad de los casos.
Ante la demanda de servicios médicos que tiene el Instituto Mexicano del Seguro Social, los pacientes tienen que esperar por horas incluso días, a que sean intervenidos.
En promedio cada día se atienden mil 395 consultas, las cuales son atendidas por 67 médicos a un promedio de 300 mil derechohabientes, es decir cada médico atendió a 4 mil 477 pacientes.
Urge otra clínicapor nuevas empresas
A pesar de la llegada de Honda y otras empresas a esta ciudad, aún no se logra mejorar el servicio y mucho menos la creación de una clínica de tercer nivel y tampoco la reubicación de las instalaciones del anexo El Carmen.
El actual delegado del IMSS en Guanajuato, Sergio Andrés Santibañez Vázquez, dijo hace unas semanas que venían sorpresas para Celaya y que habría proyectos nuevos, pero no se animó a enunciarlos y menos para hablar de las condiciones de la infraestructura y la calidad de la atención, reconoció que el servicio no es el más eficaz, pero evitó hablar del tema.
Actualmente sólo existe la Unidad de Medicina Familiar No. 49 y la Clínica de El Anexo El Carmen ubicada en la calle Tresguerras en el Centro de la ciudad; esta última se informó que se reubicaría a unas instalaciones más grades y más seguras, pues las actuales sufren daños en el edificio.
También, el presidente de la Confederación de los Trabajadores de México (CTM) región Celaya, Arnulfo Bocanegra, señaló que mejorar el servicio, la ampliación de camas, una nueva clínica es una petición que se ha dado desde hace varios años y ahora con la llegada de nuevas empresas es más latente la urgencia.
Y es que después de tres administraciones y tras varias peticiones del sector obrero para el mejoramiento de la atención y la construcción de una nueva Clínica del Seguro Social, a la fecha no se ha podido concretar nada.
“Siempre hemos manifestado que urge una nueva clínica, aquí son varios los sectores que estamos solicitando esta nueva clínica, son más las personas que requieren este servicio, es un proyecto que muchos pedimos que se concrete”, señaló.
Son alrededor de 17 años que tiene el Anexo el Carmen, de estar ubicado en la calle Tresguerras y se contempló el cambio de domicilio debido a la antigüedad del edificio y porque se necesita un espacio más amplio, pero además porque se pretende que sea más funcional.
El líder de la CTM, Arnulfo Bocanegra, señaló que además del sector empresarial, también el alcalde Ismael Pérez, los diputados federales, el Gobernador y todos los que son figura pública, así como los ciudadanos deben unirse a la petición de la nueva clínica y el mejoramiento en el servicio, en la infraestructura y en las condiciones en que opera el IMSS.
Explicó que pese a que la llegada de Honda es un alivio para la economía local, también debe tomarse en cuenta que Celaya necesita la atención médica para los trabajadores.
“No es posible la demanda que ya existe, a diario nos podemos dar cuenta de cómo recorren los especialistas sus citas hasta tres meses y es algo que no puede esperar cuando hay trabajadores que tiene enfermedades de alta gravedad”, mencionó.
Pidió alta voluntariaante la desatención
Carmen Moreno de 64 años, también tuvo que esperar más de dos días a ser atendida; incluso dijo que terminó por pedir su alta voluntaria al ver que no le hacían otra cosa que colocarle suero.
Ella cuenta que padece diabetes y que el pasado 3 de marzo llegó poco antes de las 8 de la mañana, a la sala de urgencias del Seguro Social a causa de una hemorragia interna así como presión alta. Agregó que fue recibida hasta las 10 de la mañana y posteriormente instalada en una camilla, donde permaneció hasta las 8 de la noche: “Me pusieron suero y cada rato venían sólo a preguntarme mi nombre”, dijo.
Añadió que el miércoles tampoco la intervinieron de ninguna forma, sólo le aplicaron suero y unos rayos X que previamente tenía programados. El jueves, ya molesta por la falta de atención, pidió su baja voluntaria, pues para entonces ya tampoco podían darle de comer ya que tenía que estar lista para cuando se desocupara el quirófano poder pasarla.
“Me atendieron ya cuando me vieron enojada, les dije que me dieran mi alta voluntaria si no me iban a atender, yo ya estaba desesperada, quería escaparme, y la excusa que me dieron fue que no había lugar en el quirófano por que se habían registrado muchas cesáreas”, expresó la paciente, quien agregó que por la demanda del servicio fue programada para nuevamente ser revisada por un especialista hasta principios de mayo.
Se resigna a calvariomensual
Roberto Arturo Ramírez, derechohabiente del IMSS, no se explica por qué si con la llegada de nuevas empresas son más los asegurados, aún no se ha hecho algo por crear otro hospital con mayor capacidad.
“Ya viene la Toyota, ya tenemos la Honda, ya hay otras empresas y todo esto va a saturar más a Celaya, ya no hay capacidad en (la clínica de) El Carmen ya no la hay aquí (Unidad de Medicina Familiar número 49), a gritos se pide otra clínica, urge otra clínica”, expresó.
Mientras esperaba sentado en el piso frente a una farmacia del IMSS, Roberto expresó que cada mes acude al médico familiar para revisión y recibir oxigeno; cuando llega el día se concientiza de que esperará cuatro horas promedio, entre que lo atiendan y recoja los medicamentos.
Su última visita no fue la excepción, pues afirma que tenía cita a las 10:40 en el consultorio 4 de la Unidad de Medicina Familiar número 49 y fue hasta las 12:40 que lo atendieron en otro consultorio diferente al que le toca por que el médico que le asignaron estaba de vacaciones.
“En esta ocasión se hizo un relajo porque faltan médicos y luego van a dejar de dar servicio (jueves y viernes santos) hasta el lunes”.
Lo atienden 5 días después
Noé Sánchez, un hombre de 36 años que trabaja en la colocación de andamios, se dislocó el hombro el miércoles pasado, lo que le provocó que sea necesario operarle esa parte de su cuerpo.
Ese día, -el miércoles- sus patrones lo mandaron a la Clínica 49 del Seguro Social, pero ahí le dijeron que no había espacio en el quirófano, que regresara el lunes para ver si ya había espacio, mientras tanto le recetaron diclofenaco para aliviar un poco el dolor.
“Hoy es lunes, venimos a ver qué pasó y dicen que no hay camas, ni lugar en el quirófano, que esperemos un rato a ver qué pasa, yo creo que esto es inhumano, mi novio no tiene familia en Celaya, yo tengo que trabajar, pero soy la única que lo puede apoyar, estamos aquí porque no tenemos dinero para la operación, sino ya lo habría llevado a un hospital particular, además de que para que no lo corran sin sus prestaciones debe venir aquí”, dijo su novia Juana Cristina Mendoza.
“El trato ya no es igual”
Martha Briseño tiene 46 años de ser derechohabiente de la clínica del IMSS en Celaya, prácticamente fue de las pacientes que la inauguró al llegar ahí para dar a luz a su primer hija Martha Edhit, y tras conocerlo por décadas reconoce que el servicio “ya no es igual de bueno que antes”.
“Lo malo es la insuficiencia ya somos muchos, antes te atendían rápido ahora ya se tardan más, antes hasta la comida estaba más buena”, expresó.
Doña Martha de 67 años de edad, aún recuerda cuando el ex presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, vino a Celaya a inaugurar la clínica del IMSS, “ese día se hizo un relajo por estas calles por que iba a llegar el presidente”, relató. Ahí nacieron sus siete hijos y es donde se ha atendido de otros padecimientos. El último que la ha traído al IMSS fue la ruptura de la rotula en su rodilla, producto de una caída que tuvo mientras recogía agua durante las recientes lluvias.
“Me trajeron y me internaron pero había muchos pacientes con rupturas, entonces me dejaron un día en la camilla, luego me llevaron a una cama y ahí estuve ocho días con suero y pastillas para controlar el dolor hasta que hubo espacio para operarme”, expresó.
Conmemoran el Día Mundial de la Salud
Ayer se celebró el Día Mundial de la Salud, cuyo lema para el presente año es la “Inocuidad de los alimentos”, que invita a los ciudadanos a vigilar que los productos estén en buen estado al momento de ser consumidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprovechado el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, para fomentar medidas destinadas a mejorar la inocuidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena, desde la granja hasta el plato.
La OMS ayuda a los países a prevenir, detectar y dar respuesta a los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, de acuerdo con el Codex Alimentarius, una recopilación de normas, directrices y códigos de prácticas sobre los alimentos que abarcan la totalidad de los principales alimentos y procesos.
Es importante mantener la limpieza; separar alimentos crudos y cocinados; cocinar los alimentos completamente; mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas inocuas.
Y en ésta época de calor, la Secretaría de Salud señaló la necesidad de vigilar que los pescados y mariscos estén en buen estado para ser consumidos.
La dependencia destaca que los alimentos insalubres están relacionados con la muerte de unos 2 millones de personas al año, en su mayoría niños.
Los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer.
En esta ocasión el tema elegido es la búsqueda de la inocuidad de los alimentos, vigilando desde su producción en origen hasta su inclusión en los platos de los ciudadanos.
Sin embargo, los pescados y mariscos pueden ser peligrosos para la salud cuando pierden su inocuidad y se contaminan con virus, bacterias y parásitos, los cuales pueden ocasionar severas infecciones e intoxicaciones.
Es importante que en los hogares se tomen las medidas necesarias al preparar productos del mar, ya que éstos se contaminan a través de microorganismos que están presentes cuando hay falta de higiene durante la manipulación, venta y almacenamiento de los productos.
Los productos más peligrosos son aquellos que se consumen parcialmente cocidos o crudos, como: almejas, camarones, mejillones y ostiones, que se preparan en ceviches o cócteles.
Por ello, el Secretario de Salud, Ignacio Ortiz Aldana recomendó lavar muy bien los productos pesqueros antes de prepararlos, y freírlos o cocerlos para destruir las bacterias y parásitos dañinos para la salud. Hizo notar que los frutos del mar no se cuecen con el jugo de limón, ya que las bacterias no se mueren y se debe de evitar el consumo de carne cruda con limón.
Pidió a las amas de casa que al momento de comprarlos, verifiquen que el personal que despacha mantenga los productos en refrigeración o congelados; que el pescado se haya mantenido en camas de hielo, sin rastros de sangre, vísceras, tierra o cualquier materia extraña que pueda contaminarlos. Cuando compre moluscos, escoja aquellos que tengan la concha firmemente cerrada.
No deben presentar olores desagradables, los ojos y la piel tienen que ser brillantes, las escamas no se deben desprendan con facilidad y tienen que estar conservados en refrigeración a una temperatura de 4º centígrados.