La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, Ertharin Cousin envió un mensaje contundente a líderes empresariales del hemisferio: “Podemos acabar con el hambre y la desnutrición en la región”.
En el foro empresarial previo a la Cumbre de las Américas dijo que para acabar con el hambre los países tienen que superar tres retos y precisamente el primero de ellos tiene que ver con un mayor compromiso del sector privado.
“No digo que no están apoyando, muchas compañía apoyan, lo que plantamos es que muchas más compañías reconozcan” la importancia del compromiso, dijo en una entrevista aparte con The Associated Press.
La funcionaria mencionó que otro de los retos es profundizar los programas universales de alimentación que se enfoquen en los primeros mil días de vida de una persona. “Desde la concepción y la inclusión de sus madres… en esta etapa es importante mejorar el acceso a los alimentos nutritivos”.
Por ello, dijo, es necesario que se refuercen los programas de protección social, crear cultivos de alimentos nutritivos y que se lleven a las escuelas, por ejemplo.
El sector privado puede contribuir en ese esfuerzo proveyendo desde insumos, semillas, para producir alimentos. “Se pueden involucrar más en la producción de alimentos”, sostuvo.
Otro ejemplo en el que el sector privado puede contribuir a acabar con la desnutrición es mediante el acceso al crédito para los productores de alimentos, en muchas regiones los productores de área marginales no tienen este acceso.
Cousin enfatizó en que Latinoamérica tiene suficientes recursos para acabar con el hambre y dio como ejemplo para ello, el logro alcanzado por la región en el cumplimiento de las metas del milenio al reducir la desnutrición de un 15% en 1999 a un 6% en el 2014.
Esa estadística incluye gente con “hambre crónica es decir que no tienen acceso a la comida de manera regular”.
Dijo, sin embargo, a pesar de los logros las regiones indígenas y rurales siguen siendo las más afectadas por la carencia de una nutrición adecuada.
Países como Perú que han logrado reducir la desnutrición de un 33% a un 14% en poco más de décadas, es un ejemplo de avance en la región.
Cousin mencionó estudios del Banco Mundial que señalan que si los países hacen esfuerzos en integrar a la economía formal a las personas que viven con menos de 300 dólares al mes, representaría un mercado de 500.000 millones de dólares. “No es el grupo más pobre, pero representan una oportunidad” para generar ingresos.

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