Uno de los 3 sanmiguelenses desaparecidos en las aguas del Río Bravo era José Juan Manuel López Sánchez de 21 años, vivía en la comunidad Pozos de Licea; era el sustento de su familia; vivía con sus hermanas, sobrinos así como su papá y su mamá
Hasta ayer, los familiares no habían sido informados sobre el hallazgo de su cuerpo; al parecer los otros dos desaparecidos eran originarios de la comunidad el Peñón de los Baños, en SMA.
La semana pasada, tanto José Juan como los demás sanmiguelenses salieron de la comunidad de Los Rodríguez; un “coyote” que los llevaría a los EU.
Esta era la tercera vez que José Juan intentaba cruzar a EU, en las dos ocasiones anteriores las autoridades lo habían capturado.
Entre cada viaje trabajó en una fábrica llamada Conservas San Miguel, que está a unos 40 minutos de su comunidad.
Esta última vez, partió como si fuera un día normal; al llegar a EU lo único que sabía José Juan era que tenía que contactar a un tal “Miguel”.
José Juan viajó ligero; sólo con una playera negra, pantalones de mezclilla y una mochila, la noticia entristeció a toda la familia, quienes mientras siga desaparecido, tienen esperanzas de encontrarlo con vida.
“No nos dijo nada, se fue como si fuera un día normal”, comentó Maricela, una de sus hermanas.
La familia ha estado en contacto con autoridades en Laredo enviando fotos y comentaron que tenía una cicatriz en el brazo y el dedo meñique de la mano derecha lo tenía mutilado.
Un sobreviviente
Guadalupe Espinoza Rosa, de 33 años, es el que sobrevivió.
Dijo que un “coyote” los dejó en un tubo de drenaje, cercano al Puente Internacional “Juárez-Lincoln”, desde la noche del viernes.
“Como ya no llegaron por nosotros, nos desesperamos y mejor nos salimos, estábamos en un tubo a la orilla del río, nomás que estaba lloviendo, ya estaba cayendo mucha agua y como estábamos como a la mitad del tubo, que tal si llueve más recio, cómo le íbamos a hacer para salir” dijo.
La mujer era acompañada por su pareja; el otro hombre también era de un rancho cercano a SMA.
Los cuatro migrantes salieron del tubo de drenaje, donde se habían ocultado de la ‘migra’ y se arrojaron al río para tratar de regresar a Nuevo Laredo, pero fueron arrastrados por la corriente.
“Lo que pido es que los encuentren para que descansen; ellos tenían buenas intenciones, pero el río se los tragó”, dijo Guadalupe