Están para chuparse los dedos

Desde hace poco más de 10 años, Gilberto Ramírez García, se dedica a la elaboración y venta de tamales, que en sus distintos sabores han traspasado fronteras por su delicioso sabor.
Rojos con carne de puerco, verdes con carne de pollo, rajas con queso, pasas con piña, de acelga, de mole oaxaqueño con pollo y rajas con queso Oaxaca, estos últimos envueltos en hoja de plátano, es la deliciosa variedad de sabores que Gilberto ofrece a sus clientes.
Y para acompañarlos, un rico atole, ya sea el tradicional piedadense sabor cajeta, el champurrado, avena con nuez, piña con coco, fresa, zarzamora, arroz, rompope, entre otros sabores.
Señaló que él y su esposa son los que elaboran estos ricos tamales y atole, pero a él es al que le toca el trabajo duro, que es batir la masa. “La masa tiene que brincar en el agua y no tiene que sumergirse, esa es la señal de que ya está buena” expresó.
Explicó que es una mezcla de recetas de su suegra y de su mamá quien es del estado de Oaxaca y quien le consigue el tradicional mole oaxaqueño con el que se prepara ese tipo de tamales.
“Es importante elegir los ingredientes que sean de primera calidad, la masa tiene que ser de maíz natural para que salga un buen y rico tamal, la manteca es otra de las materias primas, además de la carne fresca y de la mejor” aseguró Gilberto.
Comentó que en la elaboración de los tamales es un trabajo de todo el día ya que empieza desde la compra de los ingredientes aproximadamente a las 10 de la mañana y continúa con la preparación y cocción para seguir con la venta que empieza cerca de las 6 de la tarde.
En un día bueno se vende un promedio de 200 tamales, siendo los favoritos los de Acelga y los de mole Oaxaqueño, pero ya han traspasado fronteras por su delicioso sabor, ya que han llegado a distintas partes del país como León, Irapuato, Zamora, Morelia, Tlaxcala, Querétaro, México y hasta Estados Unidos.